Las elecciones que tuvieron lugar en marzo no modificaron mucho la composición del Congreso colombiano que sigue dominado por los partidos tradicionales y las familias de poder en el país. Sin embargo, aparecen nuevas fuerzas que abren una posibilidad a que se mejore la calidad del debate político. Además, en el escenario actual, la necesidad que tiene cualquier fuerza que llegue a la Presidencia de formar alianzas para lograr gobernabilidad, le otorga un espacio importante al debate y la conciliación. Estos dos elementos serán fundamentales para el futuro de la paz en Colombia y el buen desarrollo del posconflicto que se encuentran entre las manos de este nuevo Congreso.
The March elections did not modify the Colombian Congress’s composition by a significant margin which is still being dominated by traditional parties and the country’s powerful families. However, there are new forces opening up the possibility to an increasing quality in the Political debate. Furthermore, in the current scenario, the necessity for any force has when achieves the Presidency to form alliances in order to accomplish governability, grants an important space for debate and conciliation. This two elements will be fundamental for the future of the Colombian peace and the post-conflict development which is in this new Congress hands.
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