Mi hermana me confesaba hace poco que cuando era pequeña y veía una película se maravillaba de la suerte que tenía el cámara de estar ahí siempre, en el momento exacto en que sucedía la acción, cuando el protagonista soltaba la frase, en el instante del puñetazo o agazapado para retratar el beso final.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados