Braulio Angulo Arjona, Guadalupe Noriega, Gisele Angulo Noriega, Carmen Zareth Castillo Negrín
Las complicaciones que los seres humanos observamos y vivimos día a día en nuestro cotidiano y en el contexto más inmediato en el que nos desenvolvemos hacen que tengamos que elaborar o tratar de buscar los medios externos e internos que poseemos o que estén a nuestro alcance, para sobrevivir física y psicoemocionalmente de lo que parece ya ineludible en sociedades como la nuestra (llamadas emergentes) que por sus características propician que se potencien una multitud de situaciones relacionadas estrechamente con la violencia en todas sus dimensiones: social, individual, familiar, en el noviazgo, de pareja, hacia los niños y hacia los demás seres vivos, casi nada escapa a la violencia y a sus innumerables procedimientos. Esto por supuesto no quiere decir que en las sociedades “altamente desarrolladas, no suceda, y que actualmente estamos observando como en estas se vive la violencia también, hace apenas algunos meses y días los atentados terroristas a Francia y estados unidos que han dejado centenares de víctimas son un ejemplo, la interrogante es ¿cómo sobrevivir a esto? Si hacemos un brevísimo análisis retrospectivo de la dinámica social de la humanidad vemos que no es un fenómeno de hoy que siempre han estado acompañándonos los fenómenos, las situaciones y hechos que dañan al hombre y hemos sobrevivido, en nuestra cultura en especial vivimos la conquista despiadada y cruel y dos grandes movimientos sociales en los que existió mucho sufrimiento y actualmente se están dando eventos que nos hacen vivir con miedo y a sus protagonistas peor aún.
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