Como educadores es necesario incluir los rasgos afectivos como parte importante del aprendizaje, porque la motivación y las expectativas que tenemos de los alumnos, influyen en su aprendizaje. El logro de un aprendizaje significativo, no depende únicamente de su índole intelectual, sino de la disposición o voluntad por aprender, sin ella cualquier estrategia pedagógica será un fracaso. Por tanto motivar a los alumnos es una de las labores más importantes que debe desempeñar el docente.
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