Las televisiones locales han aprendido que la costumbre hace la ley y que asociarse es la mejor fórmula para presionar a la Administración con el fin de que regule esta práctica de la comunicación que cubre un vacío informativo. De este modo, unas doscientas emisoras locales de televisión de corto alcance, escasos medios y limitado presupuesto han creado una gama de alianzas regionales, nacionales e internacionales que les proporcionan el respaldo asociativo que no les concede la normativa. El inmovilismo administrativo se contrarresta con la evolución vertiginosa que están experimentando los medios locales; los continuos avances de las técnicas de la comunicación, con los métodos rudimentarios de emisión. A la administración todavía le queda cerrar el ciclo legal del sector audiovisual con la legislación de los vídeos comunitarios, televisiones por cable, vía satélite y locales. Mientras tanto, estas emisoras, sin derecho jurídico alguno, se califican con el término de "alegales". Por el momento, los canales locales agradecerán una regulación transitoria hasta la aprobación definitiva de la ley por el Parlamento.
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