Maria da Conceição Taborda-Simões, Maria das Dores Formosinho Sanches Simões, António Castro Fonseca, Maria da Luz Bernardes Rodrigues Vale-Dias
Frente a la creciente complejidad de las cuestiones jurídicas y sociales, extensivas a la situación de los menores, se justifica una incursión cada vez más amplia de la Psicología en el ámbito de la justicia, en concreto de la Psicología Evolutiva que consideramos relevante para esclarecer las cuestiones forenses que involucran a los menores sea en papel de víctimas o como transgresores. De cara a la violencia que se ejerce sobre ellos/as y a la violencia que ellos/as ejercen, la sociedad occidental denota una creciente conciencia crítica que evidencia la necesidad cada vez más apremiante de ampliar la fundamentación científica de las propias decisiones judiciales, haciéndolas cada vez más adecuadas a los intereses del/la menor.
Esta referencia a la psicología en el área del derecho, permitiría, de acuerdo con algunos autores como Melton e Wilcox (2001), la ascensión de una perspectiva que designan por “realista” en la área de la jurisprudencia. No cabe la menor duda que pocas cuestiones suscitan tanta perplejidad y controversia en la sociedad como la criminalidad infanto-juvenil. En las últimas dos décadas del siglo XX, particularmente en la legislación de ciertos estados de U.S.A., se verificó un cambio sustancial en la legislación referente al tratamiento penal de los menores. Esta nueva orientación se reflejó nel número creciente de delitos practicados por jóvenes que fueron juzgados en los tribunales comunes, en donde los adolescentes se encuentran expuestos a condiciones más adversas que en los tribunales de menores.
Esta inflexión jurídica que algunos refieren como la “criminalización” del sistema de justicia para menores constituye, sin duda alguna, un retroceso histórico que suscita cuestiones de diversa naturaleza entre los psicólogos dedicados al estudio del desarrollo quienes insisten que las características evolutivas de los adolescentes deben justificar, en función de su menor grado de responsabilidad y también de su mayor plasticidad, un tratamiento penal diferenciado de los sujetos
The growing complexity of the legal and social issues often raised by youths deviant behaviour has lead to an increased role of the Psychology, including Developmental Psychology, in the field of juvenile justice. It is expected that this discipline will help to find a scientific basis for the legal decisions in this field, so that they take on account the youths best interest, both as offenders and victims.This reliance on psychological research by Law scholars and practitioners consubstantiates what Melton and Wilcox (2001) describe as the emerging of a realistic approach in the field of jurisprudence. This is also a popular topic. Indeed, few issues have originated so much debate and controversy in our society as the children´s and adolescents´ delinquent behaviour. During the last decades of xxth century, there were several important changes in the Law regulating youth penal treatment, especially in America. As a consequence, more youths have been sent for trial in adult courts, where the conditions are more adverse than in juvenile courts. This inflection in the legal procedure, which some authors designate as “criminalization” of youth justice, represents an historical step backwards and raises important questions to developmental psychologists.
The dominant view amongst them is that adolescents developmental characteristics, including their larger plasticity and their lower degree of responsibility, deserve a treatment that should be different from the treatment reserved to adult offenders
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