La identidad intelectual de nuestra sociedad se caracteriza por la pedantería y la exaltación, justamente como mecanismo para tapar sus tremendas deficiencias. Los mitómanos, los bufones intelectuales y los que han perdido el pudor venden más que la palabra pensada, el discurso bien construido y la reflexión serena.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados