Ioanna Stefatou, Alberto Rodríguez Lifante
Nuestra responsabilidad como docentes es movilizar a los alumnos para que actúen con autonomía. Debemos tener en cuenta que la motivación no está tanto en las actividades que realizamos, sino más bien de que esas actividades respondan a los factores que motivan al alumno. ¿Qué le motiva? ¿Cómo le gustaría aprender? ¿Qué sabe ya, para no aburrirle? ¿Cómo puedo organizar mi trabajo para aprovechar su motivación? Por eso es muy importante conocer a las personas con las que trabajamos, saber cuáles son sus expectativas, su punto de partida y adaptarnos a ellas para facilitarles el aprendizaje.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados