En cualquier espacio es posible constatar la opinión negativa generalizada que se tiene sobre los maestros y sus acciones. Sin embargo, haciendo el mismo sondeo en la opinión pública, podremos notar que muy pocas personas pueden responder la pregunta acerca de los contenidos de la reforma y sus implicaciones, algo a lo que los titulares la prensa nacional ha contribuido. Los efectos de las agendas mediáticas pueden minimizarse si existen condiciones para que los públicos tengan una diversidad de opciones encaminadas a obtener información y referentes múltiples que le permitan construir adecuadamente sus representaciones de la realidad, ofrecer explicaciones sobre la complejidad de los fenómenos sociales y argumentos para el debate. La prensa tiene una responsabilidad ética enorme a la que debe responder y que debemos exigir, si queremos vivir en una sociedad realmente democrática
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