Estados Unidos
Los organismos oficiales que certifican a los intérpretes jurídicos se enfrentan a un gran número de desafíos a la hora de identificar a intérpretes competentes. Para las entidades que desarrollan y administran los exámenes orales de certificación, dos de estos dilemas son de especial interés. Uno de esos dilemas es el alto número de fracasos en los exámenes, ya que muchos de los candidatos no cumplen los requisitos mínimos en los exámenes de certificación. El segundo es una necesidad creciente de identificar a intérpretes cualificados en lenguas de menor difusión. A la vista de las limitaciones presupuestarias actuales, el presente artículo explora un modelo abreviado de examen que pudiera ayudar a disminuir el número de postulantes que suspenden los exámenes de certificación. Al mismo tiempo se revelan los resultados de un estudio piloto enfocado en la centralización de servicios de interpretación cuya prioridad fue seleccionar intérpretes cualificados.
Court interpreting certifying bodies face a plethora of challenges in their quest to identify competent judicial interpreters so that speakers of all languages might be assured of due process under the law and equal access to justice. For the entities which develop and administer the oral certification exams which act as gateways to the profession of court interpreting, two such dilemmas are of particular interest: the first is high rates of exam failure, with a frustrating number of candidates not meeting minimum levels of qualification to practice in court. The second is an increasing need for qualified interpreters of languages of lesser diffusion. In the face of ubiquitous budget constraints, this article explores an abbreviated testing model as a mitigator of extreme exam failure at the same time as it reveals the results of a recent pilot project which focused on centralizing interpreting services protocols while prioritizing interpreter quality.
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