Históricamente, el desarrollo económico plantea problemas primordialmente técnicos. Pero estos problemas y los intentos de solución, también técnicos, que se tratan de encontrar, van acompañados de gran número de problemas sociales y humanos que se han estudiado muy poco hasta este momento y aún mas, en muchas ocasiones se ha querido ignorárselos llana y simplemente. Tales problemas pueden ser anteriores, simultáneos o posteriores a la introducción de cualquier cambio. De todas maneras, ellos afectan la satisfacción de las poblaciones que soportan tal cambio la funcionalidad de las empresas, el equilibrio afectivo de los individuos y el rendimiento de los comportamientos económicos en general, pueden constituir un verdadero freno para el desarrollo. Así, pues, hemos dicho que el cambio afecta la satisfacción de las poblaciones; el desarrollo industrial provoca la paradójica y cada vez más frecuente concomitancia de la riqueza y la miseria. Parece que el progreso solamente proporciona satisfacción a unos pocos, mientras que por lo mismo aumenta la frustración de los demás.
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