EL Tratado de la UE (mayo de 1999) sentó las bases políticas para el desarrollo de una dimensión de seguridad y defensa para la UE que, en un proceso evolutivo desde la creación de la comunidades europeas, comenzaba a afrontar cómo convertirse en un actor global, en el seno de la política exterior y de seguridad común. Como primer paso, unos meses más tarde, en el Consejo de Helsinki (diciembre de 1999) se hacía patente que se precisaba de una capacidad militar para la gestión de crisis; embarcándose la Unión en la consecución de un objetivo general conocido como «Helsinki Headline Goal» para afrontar las misiones de Petersberg.
Con este punto de partida se ha pretendido en este capítulo presentar cómo la UE viene afrontando ese reto, en el que la aparición de la Agencia Europea de Defensa (AED o, en sus siglas en inglés, EDA) está jugando un papel definitivo en el que la componente política e industrial está teniendo tanto peso, o incluso más, como la propia dimensión puramente militar del reto; consecuencia lógica de la naturaleza misma de la UE, muy distinta de esa otra gran organización de defensa, la Organización del Tratado del Atlántico Norte, que ha marcado, desde el punto de vista puramente militar, la segunda mitad del siglo xx y los primeros años del nuevo siglo xxi.
Finalmente, también se refieren aquellos programas militares en los que está embarcada la UE, todo ello, con un afán fundamentalmente divulgativo.
The European Union Treaty (May 1999), laid the political bases to the development of a security and defense dimension for the European Union, which in an evolutionary process from the European Communities beginnings, address how to become a global player within the Common Foreign and Security Policy. As a first step, a few months later, at the Helsinki European Council (December 1999) it was being evident that it was required a military capacity for crisis management; and, consequently, the Union looks how to achieve a Headline Goal known as «Helsinki Headline Goal» to tackle the Petersberg missions.
From this point of view in this chapter we have tried to present how the European Union is facing this challenge, in which the creation of the European Defense Agency (EDA) is playing a definitive role in that the political and industrial component is having so much weight, if not more, than the own purely military dimension of the challenge; logical consequence of the real nature of the European Union, very different from that other great defensive organization, the Organization of the North Atlantic Treaty, which marked, from the purely military point of view, the second half of the twentieth century and the first years of the new century.
Finally, we have referred those military programs in which the European Union is also concerned, all with informative fundamentally desire.
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