El propósito del presente texto es analizar la novela “El huésped”, de la escritora Guadalupe Nettel, desde la perspectiva del régimen diurno del imaginario estético, propuesto por Gilbert Duran. Dicha autora, se vale dela subjetividad para otorgarle a la narración un pensamiento mítico, recreandol a imaginación y los temores que se ha intentado canalizar a través del tiempo. Tal como la eterna lucha entre el yo terrenal y el yo inmortal que cohabitan en un mismo cuerpo.
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