Seis de cada diez usuarios acceden a internet desde el móvil y los diez millones de "smartphones" que hay en España dan fe de que estamos ante un usuario sofisticado y abierto al marketing. La geolocalización y la realidad aumentada abren las puertas a posibilidades insólitas, bajo el signo de la innovación, "piedra de toque" para una disciplina que exige a las marcas correr el riesgo de lo nuevo. Siempre a punto de eclosionar, el márketing móvil todavía se enfrenta a frenos como inmadurez, el dilema de la privacidad, la necesidad de ajuste en los recursos, el desconocimiento por parte de los anunciantes e incluso lo trepidante de la evolución tecnológica, que impiden que se asimilen unos modelos antes de que lleguen otros.
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