Ana Alfonso Piérola, José Antonio Páramo Fernández
El tromboembolismo venoso (TEV) es la tercera causa de mortalidad cardiovascular, tras el infarto agudo de miocardio y el ictus. Las secuelas del TEV a largo plazo son el síndrome postrombótico y la hipertensión pulmonar crónica. El diagnóstico se basa en modelos de probabilidad clínica, el dímero D y pruebas de imagen no invasivas, como ecografía para trombosis venosa profunda y angiotomografía computadorizada (Te) para embolismo pulmonar. La base del tratamiento la constituye la anticoagulación, generalmente con heparina no fraccionada o de bajo peso molecular por vía parenteral, seguida por antivitaminas K por vía oral (acenocumarol o warfarina) durante 3-6 meses, requiriendo una estrecha monitorización del INR (índice normalizado internacional). Se han desarrollado nuevos anticoagulantes orales (dabigatran, rivaroxaban, apixaban) que pueden a corto plazo reemplazar a las heparinas y acenocumarol, con la ventaja de tener una administración oral y sin necesidad de monitorización.
Venous thromboembolism (VTE) is the third most common cause of death from cardiovascular disease after heart attack and stroke. Sequelae after VTE include chronic pulmonary hypertension and post-thrombotic syndrome. The diagnosis of VTE is based on models of clinical probability, plasma D dimer and noninvasive imaging modalities (compression ultrasound or chest el). Most patients will respond to anticoagulation with parenteral unfractionated heparin or low molecular weight heparins, followed by oral vitamin K antagonists (sintrom or warfarin) during 3-6 months with coagulation monitoring of INR in the therapeutic range. Several novel oral anticoagulants are in development (dabigatran rivaroxaban, apixaban) which could replace vitamin K antagonists, since they are prescribed in fixed doses and do not need any coagulation monitoring.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados