Edgar Bresó Esteve, María José Megías Clavijo
El presente artículo se centra en hacer una propuesta de acción, a partir de la reflexión sobre la situación actual, en dos ámbitos claves en la gestión práctica de riesgos laborales: la selección de personal y la formación. Todo ello, basado a su vez en un aspecto que, cada vez es más relevante en la gestión de personas en las organizaciones y que se debería empezar a tener más en cuenta a la hora de seleccionar futuros trabajadores y diseñar acciones formativas: La Inteligencia Emocional. Además de describir los principales y más recientes resultados obtenidos mediante la investigación sobre este tipo de inteligencia, los autores proponen unas directrices para su aplicación e integración dentro de los procesos de selección y formación de las empresas de cara a favorecer el desarrollo personal y rendimiento de los equipos de trabajo. Para desarrollar esta premisa, se procede a analizar la manera en que podemos optimizar en la actualidad la escasez de recursos de los que se dispone en muchas ocasiones, centrándonos en los dos pilares fundamentales que creemos debe sustentarse la gestión de Recursos Humanos en una empresa, por un lado la selección y por otro la formación.
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