La mayor parte de las enfermedades de origen alimentario son debidas a fallos en la manipulación de los alimentos, durante la producción, el procesado, la distribución y/o la preparación, aunque se considera que el papel más significativo en la aparición de estas enfermedades lo desempeñan los servicios de restauración colectiva y la manipulación de los alimentos en el propio hogar.
Los factores involucrados en la aparición de brotes de intoxicaciones y toxiinfecciones alimentarias son muy numerosos, aunque la mayor parte de los datos epidemiológicos, indican que la practica más frecuentemente implicada es el almacenamiento o mantenimiento a temperaturas inadecuadas, seguido de una falta de higiene de las personas que manipulan los alimentos.
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