La creciente internacionalización y globalización de los mercados es una de las más claras tendencias de la economía mundial. Estas dos tendencias suponen tanto una seria amenaza como una jugosa oportunidad para la empresa. Las amenazas se concretarán en el aumento de la competencia en los mercados locales, que obligan a la empresa tanto a mejorar su competitividad como a la búsqueda de nuevos mercados. Las oportunidades se centrarán en el incremento de las facilidades para esta búsqueda de nuevos mercados.
Este proceso afecta a cualquier tipo de producto, y sin duda, al sector productor de aceite de oliva.
Estos hechos, unidos a la confrontación de una demanda mundial de aceite de oliva relativamente estancada y de una oferta en constante expansión, y como consecuencia una situación excedentaria en el sector oleícola, llevan a la empresa a la necesidad de incrementar su orientación internacional y su capacidad competitiva. La calidad del aceite debe ser premisa fundamental para mejorar la competitividad del sector.
Este trabajo muestra la aplicación del modelo de Rasch como instrumento de medida de variables latentes al análisis sensorial de los factores que inciden en la calidad del aceite. El fundamento teórico está basado en la Teoría de la Respuesta al Item, que sugiere que si se puede entender cómo opera cada ítem en un test con su sujeto entonces se puede estimar directamente el resultado del sujeto. Utilizando esta metodología de trabajo se presenta el resultado del análisis de datos de una cata de 35 aceites, obteniéndose la medida de los factores sensoriales que intervienen en la calidad.
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