Uno no se imagina que un par de cucharas de madera, un almirez y una cazuela de barro en la que danza una moneda puedan lograr que una labor cotidiana se convierta en música. Y sin embargo, estos objetos que han estado siempre al alcance de la mano son el origen de los instrumentos musicales más refinados.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados