El presente artículo pretende ofrecer una descripción de la estructura competitiva horizontal del sector minorista y de la estructura competitiva vertical respecto a los productores. A partir de una revisión del modelo de rivalidad ampliada de Poner (1982) se profundiza en las diferencias que deben tenerse en cuenta en el estudio del sector minorista respecto a los análisis efectuados por la Economía Industrial. Finalmente se procede a establecer qué efectos producen algunos de los factores de la estructura competitiva vertical y horizontal sobre los márgenes que se aplican en la cadena de valor. Sin embargo y a diferencia de otras investigaciones desarrolladas hasta la fecha, la unidad de análisis utilizada es la línea de producto y no el establecimiento o la empresa comercial, ya que es precisamente aquí donde realmente se puede verificar los efectos de las variables estructurales en los beneficios potenciales del sector minorista y por tanto el ejercicio de poder entre estos y los sectores productivos.
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