Las empresas experimentan una clara mejora en su toma de decisiones una vez que dejan atrás el modelo de planificación tradicional, que se rige por el calendario y está basado en unidades de negocio. Es más, la nueva estructura del proceso de planificación garantiza que las decisiones que se toman sean probablemente las mejores posibles, dada la información de la que disponen los directivos a la hora de tomarlas.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados