Murcia, España
La historia de nuestras sociedades ha conllevado una concepción de las mismas de corte patriarcal. El modelo androcéntrico ha imperado y ello ha provocado en muchos aspectos no sólo la discriminación de la mujer sino también del varón. Desde este artículo, defendemos la teoría de que uno de los elementos que ha contribuido a ese sexismo que ha impregnado la sociedad ha sido el lenguaje. Éste en su relación indisociable con la mente, motiva que con un mal uso del mismo se conformen y perpetúen los estereotipos sexistas. Por todo ello, proponemos el trabajo lingüístico con la Comunidad Educativa en su conjunto para que las nuevas generaciones no se vean salpicadas por este fenómeno social, el cual no debería haber aparecido nunca, ya que, se convierte en elemento legitimador de status y de poder de unos pocos, en detrimento de otras muchas.
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