Resumen de Microsistemas para la seguridad y calidad alimentaria
Luis Fonseca, C. Cané, A. Rubio, N. Sabaté, I. Gracia, E. Figueras, A. Ruiz, J. Santander
La seguridad y calidad de los alimentos juega un importante papel en el nivel de vida de los ciudadanos. Par ello, la industria alimentaria está atenta a la búsqueda de suevas soluciones que contribuyan a la mejora de la seguridad y calidad en las diferentes etapas de la cadena alimentaria. Hoy en día, la comunidad agroalimentaria confía en ensayos de laboratorio, muchas veces externos, de adecuada sensibilidad, bien aceptados y regulados. Sin embargo, esos ensayos suelen ser lentos y caros, no tan flexibles como seria de desear, y, por tanto, tienen lugar de turma estadística en un número limitado de muestras. Existe un interés en la búsqueda de soluciones alternativas basadas en nuevas tecnologías que permitan hacer más extensivos los controles de seguridad y calidad de los alimentos. Inmunosensores y chips de DNA para el control de contaminación química y biológica, sistemas multisensores portables para una adecuada logística y un mejor control de calidad pueden ser algunos de los beneficios de la introducción de las microtecnologías en este campo. La combinación de la microfabricación y de las nano y biotecnologías, acompañada de estrategias avanzadas de telecomunicación y de gestión de la información, debe dar lugar a una línea novedosa de instrumentación que, bien adaptada al campo agroalimentario, ha de traer consigo aspectos ventajosos con respecto a:
Miniaturización, que abrirá la posibilidad de une instrumentación portable y mismamente invasiva adecuada a ensayos en línea o en campo.
Respuesta rápida, que permitirá una reducción de la duración de las ensayos, acercándonos al ideal de la monitorización de los alimentos en tiempo real.
Reducción de coste, de los precios dispositivos y del consumo de reactivos, que hará posible un despliegue más intensivo y extensivo de los ensayos a lo largo de le cadena alimentaria.
Lectura electrónica, habilitando la implementación de estrategias inteligentes de comunicación y la implantación de nodos locales de decisión que es la base de sistemas más autónomos.
En conclusión, los microsistemas pueden resultar muy adecuados para la monitorización de los alimentos dentro de esquemas mejorados de control, tipo HACCP (Hazard Analysis Critical Control Point). Esto es así por la reducción del tiempo de las ensayos y de las reactivos necesarios y por sus capacidades telemáticas que permiten su despliegue e inclusión en bucles inteligentes de información, que resultan muy útiles esta trazabilidad y en la gestión de riesgos a lo largo de toda le cadena alimentaría. Además, los microsistemas, en combinación con sistemas inteligentes do toma de decisiones, pueden fácilmente ponerse el servicio de la optimización de la propia producción alimentaria.
