Las redes sociales nos exponen a lo mejor y lo más brutal de la humanidad, intensificando presiones y desigualdades. Esto genera frustración y conductas evasivas o adictivas. La solución es enseñar autocompasión en la escuela, centrada en la amabilidad con uno mismo y la humanidad compartida. Este enfoque desarrolla resiliencia emocional y promueve un entorno de apoyo.
Social media exposes us to humanity’s best and most brutal facets, intensifying social pressures and inequalities. This leads to frustration and escapism through addictive behaviors. The solution is to teach self-compassion in schools, focusing on self-kindness and recognizing our shared humanity. This approach builds emotional resilience and fosters a more supportive environment.
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