Numerosas empresas y organizaciones, grandes y pequeñas, apuestan por los modelos de excelencia y sistemas de gestión con la esperanza de afianzar su posición en el mercado. De entre todos, el Modelo de Excelencia Europeo, el EFQM, es el más extendido. Pero ¿cómo funciona realmente la aplicación de ese sistema y qué beneficios reporta? ¿Qué retos platea? ¿Merece la pena el esfuerzo? Estas dudas rondan por la cabeza de muchos directivos, y nadie mejor para aclararlas que las propias empresas que han adoptado con éxito los criterios EFQM, hasta el punto de haber visto reconocidos sus méritos con un premio a la excelencia.
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