Moishe Postone ofrece una propuesta para la reconstrucción del pensamiento de Marx que ha resultado muy fértil y, al mismo tiempo, controvertida. Su esfuerzo por demostrar la centralidad del trabajo determinada por los bienes y, por lo tanto, del valor, como un eje alrededor del cual solo se organiza la sociedad del capital (con lazos sociales indirectos entre los seres humanos y las relaciones sociales directas entre las mercancías) señala estas categorías como el centro de la crítica marxiana. Es decir, la emancipación humana es la emancipación del valor, de los bienes y del trabajo determinado por las mercancías. Sin embargo, esta angulación pone al autor en directa confrontación con toda la tradición dominante en el marxismo desde finales del siglo XIX hasta los días siguientes, de tal manera que suscita todo tipo de controversias. Nuestro objetivo en este artículo es presentar cómo Postone entiende la centralidad de la categoría de trabajo que produce mercancías, enfatizando que este trabajo objetiva la relación social en sí misma, por lo tanto, es un trabajo enajenado (alienado), que produce simultáneamente mercancía y fetiche y que dará forma a la objetividad y subjetividad del mundo del capital, aunque constituya la posibilidad de criticar y superar esa sociabilidad.
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