Nuria Delgado Castro
Las afecciones bucodentales son un problema de salud de alcance mundial que afecta a países industrializados y, cada vez con mayor frecuencia, a países en desarrollo y, especialmente, a comunidades desfavorecidas según constatan diferentes organismos internacionales con competencias en Salud.Por lo que se refiere a la Odontología Infantil, los Programas de Prevención con los que cuentan muchos países, como en el caso de España, vienen ayudando con eficacia a mejorar la Salud Bucodental de los menores. Sin embargo, la hospitalización infantil es una eventualidad generadora de estrés, tal y como demuestra la literatura científica y, hemos comprobado que también se asocia a abandono o modificación de los hábitos de Higiene Bucodental lo que supone otro riesgo para la salud oral de los menores enfermos.La Hipótesis de nuestro estudio es que el estrés, por la ansiedad y reacciones vegetativas que conlleva puede incidir, además de la alteración del hábito de higiene oral, en el nivel de salud bucodental de los menores hospitalizados los cuales podrán presentar diferencias, en los correspondientes indicadores, con los de los escolares sanos. Con el objetivo general de comparar el estado bucodental y el estrés a nivel psicobioquímico, estudiamos en muestreo aleatorio durante dos años 100 menores hospitalizados (por procesos crónicos, sobre todo leucemias) y 100 escolares sanos, utilizamos el -Índice de Reactividad al Estrés Infanto-Juvenil (IRE-IJ) de Pedreira Masa-, el -Test de los Colores de Max Lüscher- y los test bioquímicos Salivary Secretory IgA y Salivary Cortisol de SALIMETRICSllc e ImAnOx (TAS) de IMMUNDIAGNOSTICK para ELISA. Con el análisis estadístico de los resultados concluimos que en el bienio estudiado, los varones han duplicado a las mujeres en ingresos hospitalarios. Los menores enfermos utilizan significativamente menos que los sanos los programas preventivos de salud bucodental públicos así como las consultas privadas. La hospitalización reduce muy significativamente el hábito de cepillado sobre todo en varones y, además, llega a anularlo por indicaciones médicas no confirmadas por la literatura científica. El conjunto de menores estudiado con el IRE-IJ presenta un nivel de estrés alto y preocupante, los hospitalizados, sobre todo las niñas, superan a los escolares sanos entre quienes son, también, las niñas quienes alcanzan mayor valor mediana. Con el Test de los Colores también hemos detectado que los menores enfermos superan a los escolares sanos en carga anímica, siendo altos en el conjunto muestral los rasgos facilitadores de estrés y, además, significativos en los varones frente a las niñas. El IRE-IJ ha correlacionado significativamente con el Test de los Colores, el cual ha detectado con fiabilidad estadística el estrés infantil. El promedio de cortisol de los varones hospitalizados es mayor que el de las niñas de este grupo y el de los escolares sanos, correlaciona de forma positiva y, también, con significación estadística, con el correspondiente nivel de estrés psicométrico. El promedio de IgAs ha presentado una notable desviación estándar y ha correlacionado de forma inversa con el nivel de estrés psicobioquímico y de forma directa con el de antioxidantes. Los Índices CAOD, ceod y SIC-Index de los menores hospitalizados son significativamente mayores que los de los escolares sanos, superan a los de España y solo son superados por los de países en vías de desarrollo correlacionando de forma inversa con el nivel de antioxidantes. Sería conveniente contar con unidades de valoración odontológica en los Hospitales Pediátricos para prevenir y atender las complicaciones odontológicas de los menores durante su estancia.
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