En los sistemas eléctricos aislados (como los existentes en la Comunidad Autónoma Canaria), es bastante común la utilización de grupos motor diésel-alternador para la generación de energía eléctrica, debido a una serie de características que los hacen prácticamente insustituibles como grupos de base-semibase. Como contrapartida, las emisiones de óxidos de nitrógeno principalmente NO y NO2) que tienen lugar durante el proceso de combustión en estos motores son muy elevadas en comparación con las que se producen utilizando otras tecnologías de generación de energía eléctrica. Son varios los diferentes sistemas comerciales y/o en investigación desarrollados hasta la fecha para la reducción de las emisiones de NOx en motores diesel, y todos presentan ventajas e inconvenientes. Desde el punto de vista no sólo tecnológico y ambiental, sino también económico, es de gran importancia la investigación en sistemas de reducción de las emisiones de NOx en motores diesel, que ayuden a la consecución del cumplimiento de los objetivos de reducción de emisiones de NOx, con los menores costes (tanto de inversión como de funcionamiento). Se han realizado experiencias con la adición de una mezcla de CO2 y N2 con un porcentaje de O2 en el entorno del 2,3% y el 4% (a partir de ahora los denominaremos como `gases de mezcla¿) al aire de admisión de un motor diesel de pequeña potencia. La composición química de los `gases de mezcla¿ sería muy similar a la que se obtendría en forma de gases de escape (residuales) de una Central Térmica convencional, por lo que este sistema sería fácilmente aplicable en centrales eléctricas donde coexistieran grupos de vapor y grupos diesel para generación de energía eléctrica.
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