Sobre la información (condiciones geológico-geomorfológicos) de laderas estables e inestables se han aplicado técnicas multivariantes, dando una valoración cuantificada de la rotura y movilidad. El análisis ha destacado que las zonas con mayor susceptibilidad de deslizamiento son aquellas que presentan grandes pendientes, grandes superficies de cuenca, ausencia de bosque, perfiles transversales cóncavos, importantes formaciones superficiales y bajas pendientes por encima de la zona potencial de rotura. Se han obtenido diversas funciones, combinación lineal de los anteriores factores, cuya utilidad como herramienta de predicción espacial de deslizamientos, ha sido claramente comprobada.El análisis ha evidenciado el control que sobre la movilidad de los deslizamientos ejercen los obstáculos locales del recorrido, debidos a la presencia de vegetación, siendo mayor la propagación en zonas de prado que en zonas de bosque, cuando su trata de volúmenes pequeños (<10 elevado a 6 m3). Existencia de un comportamiento móvil diferenciado según el mecanismo de progresión de la masa. Finalmente el alcance, en términos de distancia horizontal recurrida, esta controlado principalmente por el volumen inicial movilizado.
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