El 15 de enero del año 2007 marca un antes y un después de la vida republicana moderna del Ecuador, cuando el economista Rafael Correa Delgado asumió la presidencia de este país, con la promesa de realizar cambios profundos que incluían la convocatoria de una Asamblea Constituyente para reformar la Constitución de la República. Uno de los ejes principales de esa reforma constitucional fue la denominada revolución educativa que se ha ido concretando, primero con la promulgación de una nueva Constitución Política que dio paso al nacimiento de una nueva Ley Orgánica de Educación Superior. Esta ley trajo consigo la consigna de la consolidación del sistema de educación superior y la creación de centros de excelencia en investigación, lo que se convirtió en prioridad para el Estado ecuatoriano, donde se debía garantizar la calidad, la máxima objetividad, imparcialidad y los más altos estándares para evaluar y acreditar a las instituciones de educación superior, sus programas y carreras. En este camino la evaluación del sistema universitario ecuatoriano se comenzó a desarrollar por primera vez en el año 2009, cumpliéndose en cuatro fases sucesivas, las que he denominado: evaluación sumaria, evaluación con fines de depuración, evaluación para la depuración de las extensiones universitarias y evaluación con fines de acreditación. Estas cuatro evaluaciones institucionales han utilizado, para cada uno de sus procesos, aproximadamente 80 indicadores, que de por sí son aún insuficientes para reflejar la realidad del sistema universitario ecuatoriano en general. Estos eventos fueron complementados posteriormente con la expedición de reglamentos y resoluciones que comenzaron a organizar a la universidad ecuatoriana, caracterizada hasta ese momento por un clientelismo económico y baja calidad académica. Las bibliotecas universitarias se encontraron incluidas en este contexto y fueron evaluadas durante las cuatro fases inadecuadamente, donde sólo se utilizaron cuatro indicadores, lo que no ha permitido que se obtenga la situación real de este departamento universitario. En este contexto, la presente investigación se desarrolló enfocada a una realidad ecuatoriana tal como se explicó en líneas anteriores, por tal motivo se hace referencia a conceptos y terminología bibliotecaria, que si bien es cierto es conocida y puede resultar obvia en la realidad española, se vuelve necesaria su explicación para el medio en que se desarrolla la biblioteca universitaria en el Ecuador, realidad que condiciona la propuesta de la tesis. A la inversa, algunos de los términos ecuatorianos han necesitado ser explicados para su comprensión dentro del contexto español. Esta tesis profundizó en el proceso ecuatoriano de evaluación de las instituciones de educación superior poniendo énfasis en su biblioteca y analizó los conceptos teóricos de la misma y la experiencia de otros Estados iberoamericanos. Finalmente, se desarrolló una propuesta de catálogo de indicadores de evaluación bibliotecarios para su aplicación efectiva en la República del Ecuador. El objetivo general de la presente investigación fue analizar la evaluación de las bibliotecas universitarias ecuatorianas, comparándola con modelos iberoamericanos, proponiendo el desarrollo de un catálogo de indicadores de evaluación bibliotecarios universitarios, que responda a las políticas de planificación y al sistema de educación superior del Ecuador y sus evaluaciones. Se comprobó que los criterios empleados en las evaluaciones de las bibliotecas universitarias ecuatorianas desde el año 2009 hasta la presente fecha, no correspondieron a los de los estándares internacionales; por consiguiente, el desarrollo de esta tesis consistió además en el análisis de cómo se están desarrollando los modelos de evaluación de las bibliotecas universitarias.
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