La Calidad de vida de los ambientes urbanos en los cuales los seres humanos viven, trabajan y se desarrollan incide directamente en la evolución personal y en la percepción que los individuos poseen de su ciudad. El medio ambiente es satisfactorio en la medida que posibilita el cumplimiento de los objetivos de vida de sus habitantes, así como la ejecución de las variadas y complejas actividades económicas, sociales, culturales y de amenidad. El concepto de calidad de vida ha ido variando a través del tiempo, evolucionando con las necesidades de la población y los requerimientos cada vez más exigentes de la sociedad contemporánea. Actualmente la ciudad debe poseer un medio ambiente propicio para el mejoramiento de la comunidad, el cual se manifiesta en indicadores y variables, definiéndose la calidad de vida como objetiva y subjetiva, priorizando aquellos elementos del paisaje de acuerdo a estándares internacionales y que representan en gran medida los anhelos de la colectividad. Las características del medio ambiente urbano que cada ciudad debe contemplar, serán definidas en relación a la esencia de la ciudadanía ya que los espacios urbanos y su calidad de vida varían acorde a las historias pasadas y presentes, además de establecer los geoelementos distintivos que aporta la naturaleza en sí misma. El rasgo más distintivo de las valoraciones ambientales urbanas es el esfuerzo por conceptuar el tema, imprimiéndole una metodología de tipo sistémica, en la que todos los geoelementos tanto naturales como antrópicos tienen un peso especifico cualitativo y presentan interrelaciones mutuas en un sistema altamente complejizado. El paisaje urbano presenta cada vez más fenómenos que se deben valorar y controlar metodológicamente.
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