Ayuda
Ir al contenido

Resumen de From antibodies to diagnosis: Foxp3 and pd-1 markers of human lymphoid malignancies

Giovanna Roncador

  • La técnica para la producción de hibridomas, desarrollada en la década de los 70 por Köhler y Milstein, ha permitido generar cantidades ilimitadas de anticuerpos monoclonales (mAbs) capaces de reconocer con alta afinidad epítopos específicos de diferentes antígenos celulares. Gracias a este gran avance tecnológico, ha sido posible esclarecer tanto el proceso de diferenciación de los linfocitos normales como la identificación del origen celular de la mayoría de las neoplasias linfoides. La mejora de las técnicas inmunohistoquímicas junto con el uso de un amplio panel de anticuerpos, en combinación con los estudios morfológicos y moleculares, han facilitado el diagnóstico, revolucionando la clasificación de los linfomas y aportado una valiosa herramienta de apoyo pronóstico. Estudios recientes han destacado el papel fundamental realizado por dos subtipos de células T colaboradoras, las T reguladoras (Treg) y las T colaboradoras del centro germinal (TFH), como actores principales tanto en la inmunidad como en el desarrollo de tumores. Ambos tipos celulares intervienen en la regulación de la activación de células T y en el mantenimiento de la homeostasis inmunológica.

    Recientemente se ha puesto de manifiesto la implicación directa de estos tipos celulares tanto en el desarrollo en enfermedades autoinmunes como en cáncer. La elucidación de los mecanismos por los que las células Treg y TFH actúan en diferentes neoplasias es un área de investigación con una gran proyección en el desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas. Sin embargo, la carencia de marcadores específicos frente a las poblaciones linfoides Treg y TFH dificultaba la comprensión sobre su presencia y distribución en tejido normal y tumoral.

    Dado que las técnicas inmunohistoquímicas son una potente herramienta para poder abordar estos problemas, hemos producido y caracterizado varios anticuerpos monoclonales frente al factor de transcripción FOXP3. Por primera vez hemos identificado y documentado la expresión de FOXP3 a nivel celular, tanto en el tejido linfoide como en sangre periférica, demostrando que los anticuerpos FOXP3 constituye una herramienta específica y sensible capaz de detectar la proteína con una gran variedad de técnicas inmunológicas de rutina. Debido a la importancia que FOXP3 tiene en el desarrollo y función de las células Treg, hemos estudiado su expresión en 172 muestras de linfoma fijadas y parafinadas. En tejido tumoral, su expresión se encuentra restringida a la leucemia/linfoma de células T del adulto (ATLL) (17 de 25 casos, un 68%). Sin embargo, en el resto de los tumores estudiados, la expresión de FOXP3 fue detectada en la población T reactiva presente en el microambiente tumoral. Este resultado fue corroborado en un estudio en colaboración con otros laboratorios, donde se confirmó la presencia de Treg en el microambiente linfoide. Sorprendentemente, a diferencia de la mayoría de los estudios realizados en tumores sólidos, se encontró que una mayor presencia de linfocitos Treg se asociaba a una mayor supervivencia en linfomas de Hodgkin y folicular, lo que sugiere que las celulas FOXP3 actuan de manera diferentes en estos tipos de linfomas.

    Para poder definir con mayor precisión el patrón de expresión y el posible valor diagnóstico de las proteínas de PD-1 y SAP, marcadores específicos de TFH, hemos generado un mAb específico capaz de reconocer la proteína PD-1 en tejido fijado y parafinado. Se ha evaluado su expresión en una extensa serie de tejidos tanto normales como tumorales. El estudio inmunohistoquímico de más de 500 biopsias de linfoma reveló que el 95% de los casos de linfoma T angioinmublástico (AITL) expresaban al menos uno de estos marcadores, dato que refuerza la hipótesis de que los AITL derivan de las células TFH, por lo que estos nuevos marcadores constituyen una valiosa herramienta diagnóstica para esta enfermedad. La expresión de PD-1 y SAP también se encontró en una minoría de casos de linfoma T periférico, sugiriendo la posibilidad de que estos casos se originen en las células TFH de centro germinal.

    Otro hallazgo fundamental ha sido la identificación de PD-1 como un excelente marcador de las rosetas de linfocitos T que rodean las céulas B neoplásicas, característica clave en el diagnóstico del linfoma de Hodgkin de predominio linfocítico (NPHL). Por primera vez se ha descrito que la presencia de rosetas PD-1+ no es una característica exclusiva del NPHL, sino que también se puede encontrar en un porcentaje elevado de linfomas de Hodgkin rico en linfocitos (LHCRL), lo que sugiere una estrecha relación biológica entre estas entidades. La presencia de rosetas PD-1+ constituye además una ayuda adicional en el difícil diagnóstico diferencial entre LHPLN y linfoma B rico en células T/histiocitos (THRBCL), dado que hemos encontrado que todos los casos analizados de THRBCL carecen de rosetas PD-1+.

    En conclusión, el uso de mAbs en el diagnóstico histopatológico de rutina ha demostrado una vez más ser una potente herramienta para la identificación de biomarcadores diagnósticos. Los anticuerpos monoclonales FOXP3 y PD-1 han resultado ser unos excelentes marcadores para la identificación de las células Treg y TFH tanto en condiciones fisiológicas como patológicas, permitiendo un mejor conocimento del papel que estos linfocitos juegan tanto en procesos fisiológicos como en las enfermedades linfoproliferativas.


Fundación Dialnet

Dialnet Plus

  • Más información sobre Dialnet Plus