Los tratamientos cognitivo-comportamentales han demostrado su eficacia en el tratamiento de los trastornos de ansiedad. Pese a que estos programas se consideran el tratamiento de elección para dichos trastornos, no están exentos de limitaciones como la necesidad de que el terapeuta esté presente a lo largo de todo el proceso terapéutico, la dificultad de recibir terapia en áreas rurales o tener que soportar largas listas de espera en la sanidad pública. Estas limitaciones propician la aparición de formas alternativas de administrar terapia como son los programas de autoayuda y la utilización de las nuevas tecnologías para el tratamiento. Los ordenadores e Internet ofrecen posibilidades atractivas en el campo de la autoayuda y las nuevas tecnologías (Landau, 2001), de hecho existen algunos programas autoadministrados vía Internet que han demostrado su eficacia en el tratamiento de trastornos de ansiedad (ver Carlbring y Anderson, 2006 para una revisión).
Nuestro grupo de investigación ha diseñado y puesto a prueba en un estudio de caso y dos series de casos un programa de tratamiento autoadministrado vía Internet para el miedo a hablar en público (Botella, Hofmann y Moscovitz, 2004; Botella et al., 2007; Guillén, 2001). El programa se llama Háblame y está formado por:
a) Un protocolo de evaluación que da información al paciente acerca de su problema y recoge información respecto a la interferencia y gravedad de éste, y el grado de miedo y evitación ante situaciones de hablar en público.
b) Un protocolo de tratamiento estructurado, organizado en bloques separados, en el que el paciente avanza a medida que supera los distintos bloques. De este modo el programa se asegura de que el paciente lleva a cabo las tareas planteadas en cada parte. El protocolo de tratamiento es un programa cognitivo-comportamental que contiene un componente de psicoeducación, un componente de reestructuración cognitiva y un componente de exposición, en este último el participante se expone a las situaciones sociales temidas mediante vídeos de audiencias reales.
c) Un protocolo control, el cual evalúa la eficacia del tratamiento, tanto durante como al final de éste.
El presente trabajo es un estudio controlado en el que un total de ciento veintinueve participantes diagnosticados de fobia social según criterios DSM-IV (APA, 2000) fueron asignados aleatoriamente a una de las siguientes condiciones experimentales: 1) un tratamiento autoadministrado vía Internet llamado Háblame; 2) el mismo tratamiento administrado por un terapeuta; 3) un grupo control lista de espera. Los resultados mostraron que Háblame fue igual de eficaz que el mismo programa de tratamiento administrado por un terapeuta y además ambos tratamientos fueron más eficaces que el grupo control lista de espera en medidas clínicas relevantes. Los resultados obtenidos se mantuvieron en los seguimientos a los 3 y los 6 meses. Además los participantes informaron estar satisfechos y confiar en Háblame. Por lo tanto, Háblame es un programa efectivo que puede ayudar a incrementar el número de fóbicos sociales que se benefician de la terapia cognitivo-comportamental. En este sentido, la terapia cognitivo-comportamental administrada vía Internet es una línea de investigación prometedora que puede ayudar a mejorar el binomio coste-beneficio en el tratamiento de los trastornos psicológicos.
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