Pépticos ciclicos que contienen un número par de aminoácidos de configuración D- y L-alternada pueden adoptar una conformación circular plana y autoensamblarse mediante la formación de puentes de hidrógeno entre distintas subunidades.
Este proceso de autoensamblaje da lugar a estructuras supramoleculares con forma tubular. En este trabajo hemos investigado el uso de estos nanotubos peptidicos como una nueva clase de agentes antimicrobianos. La simplicidad de la subunidad fundamental permite la modificación y selección de péptidos con buena actividad antimicrobiana y baja toxicidad frente a células mamiferas.
Se han diseñado y sintetizado diferentes octapéptidos y hexapéptidos cíclicos con estructuras anfipáticas para su estudio como péptidos antimicrobianos.
Los péptidos ensayados mostraron buenas actividades antimicrobianas in vitro, con concentraciones inhibitorias mínimas (MIC) que son rapidamente letales para las bacterias, limitando la adquisición de resistencias. In vivo, estos péptidos mostraron alta eficacia frente a infecciones letales de Staphylococcus aureus resistente a meticilina(SARM) en ratones, con dosis de protección medias de 8-15 mg/kg.
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