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Resumen de Anestesia disociativa en cirugía de alto riesgo

Manuel Otero González

  • Cuando llegado el momento de elaborar una Tesis, tuvimos que elegir una técnica anestésica, nos decidimos por el uso de la Ketamina, como droga única de la misma unidad a un relajante el Pancuronio, cuando las necesidades quirúrgicas así lo aconsejaron. Por las grandes ventajas que suponía dicha asociación en enfermos considerados de alto riesgo quirúrgico, que por su patología, shock, insuficiencia cardiaca, etc., hace muy pocos años era contraindicación formal para ser anestesiados, y en nuestra inquietud por llevar a buen fin este tipo de pacientes, lo que nos ha hecho estudiar esta técnica anestésica, en la que los fármacos utilizados interfieren los más mínimo el estado precario en el que se encuentran el paciente y que su metabolismo y eliminación sea lo más rápido posible, siendo su toxicidad mínima, y de este modo su paso no deje ningún tipo de secuela.

    Los fármacos y métodos tradicionales de anestesia general han proporcionado un eficaz control del dolor, a través de depresiones mayores o menores del sistema nervioso central, incluidas las regiones corticales y subcorticales, y las diversas vías involucradas en la conducción y percepción de los impulsos aferentes en general.

    Recientemente se ha evidenciado una tendencia hacia el bloqueo de la conducción y percepción del dolor, dejando así libre de los efectos depresores de los anestésicos aquellas partes del sistema nervioso central que no participan en la transmisión y percepción del dolor.

    En 1951 Laborit y Huguenard demostraron en la práctica anestesiológica las ventajas obtenidas mediante el empleo de la anestesia potencializada, utilizando un mínimo de barbitúricos. Con esta técnica se trataba de bloquear selectivamente la conducción y percepción del dolor, evitando así la depresión total del S.N. Central.

    Siguiendo la línea trazada por Laborit y Huguenard, Decastro y Mundeleer, introducen en el año 1959 una nueva técnica anestésica en la que prescindían del barbitúrico, a la que denominaron Neuroleptoanalgesia, con la que consiguieron obtener un estadio de analgesia profunda con un mínimo de toxicidad.

    A partir de este momento podemos considerar que comienza el declive de la anestesia barbitúrica y poco más tarde de la inhalatoria.

    La investigación continúo en busca de un nuevo anestésico más eficaz y mejor tolerado. Estas investigaciones, con otros agentes capaces de producir una inhibición selectiva de los mecanismos del dolor, han conducido al grupo de los compuestos de la Feniciclina, entre los que se encuentra el que fue identificado como el CI-581 y que hoy se conoce con el nombre de Clorhídrico de Ketamina.

    El primer ser humano recibió el fármaco en el año 1964 y la primera comunicación presentada sobre Ketamina por el americano Mc Karty y colaboradores en el año 1965.

    Es muy importante el hecho de que la analgesia profunda produce este fármaco se acompaña de un estado de somnolencia, en el que el paciente no parece estar dormido o anestesiado, sino más bien desconectado del ambiente que le rodea, ya que la Ketamina produce una disociación entre las estructuras telámica y las corticales permitiendo que el impulso sensorial llegue hasta las áreas corticales de recepción, pero evitando que dicho estímulo sea percibido e integrado en las correspondientes áreas de asociación fuertemente definidas por este fármaco, de ahí la denominación aceptada de anestesia disociativa.

    CONCLUSIONES:

    1. Consideramos a la Ketamina como un anestésico eficaz, seguro, de acción rápida por vía endovenosa, que es como siempre la hemos utilizado, con una tolerancia excelente a las dosis usadas, ya que no hemos encontrado ningún tipo de reacción.

    2. El sueño se produce en la inducción antes del termino de inyección de la dosis, empleando como hemos dicho un tiempo no menor a 2 minutos.

    3. Estimula la actividad cardiovascular evitando por consiguiente los efectos hipotensivos de fatales consecuencias sobre todo en enfermos con un estado general muy malo.

    4. Excelente compatibilidad con los tejidos por la que su toxicidad es mínima.

    5. Produce profunda analgesia que persiste después de terminar la intervención, cuando el sueño ha desaparecido y el enfermo se relaciona con el medio que le rodea.

    6. A pesar de que todos los autores consideran a la Ketamina con una casi nula protección neurovegetativa, nosotros tenemos que decir que en el 90% de las anestesias que han sido practicadas en cirugía digestiva, hemos encontrado una buena estabilidad en el 85% de ellas.

    7. Hemos podido comprobar su propiedad antiarritmica, como demostramos en las figuras 14-15-16, descritas ya por otros autores.

    8. Asociada al pancuronio comprobamos una potenciación, tanto en intensidad como en la duración, que demostramos en las relaciones dosis-peso-tiempo expuestas en los resultados.

    9. La estabilidad cardiocirculatoria y trazado electrocardiográfico se mantienen si variabilidad digna de mención.

    10. El funcionamiento renal es excelente, mantenidno una diuresis-hora, buena, e incluso un poco por encima de las cifras normales.

    11. Los efectos secundarios desagradables, alucinaciones, estados oníricos, etc… que tanto se han descrito en las anestesias con Ketamina ha sido para nosotros la excepción.


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