En los últimos años se ha producido un cambio global demográfico sin precedentes, el envejecimiento de la población mundial. Según las últimas estimaciones, el grupo de personas con edad igual o mayor a 65 años llegará a alcanzar en el año 2050 más de un tercio de la población en algunos países desarrollados como España.
Los adultos mayores son uno de los colectivos con mayor riesgo de sufrir problemas nutricionales. La malnutrición es una condición patológica que causa alteraciones del estado de salud y disminuye la capacidad de llevar acabo las actividades básicas para la vida diaria. Esto, a su vez, conduce a una pérdida de autonomía, un mayor aislamiento social, la institucionalización e incluso, en casos extremos, la muerte.
La prevalencia de malnutrición o el riesgo de padecerla, en el adulto mayor, depende del grado de autonomía y del lugar donde vive. Su riesgo aumenta drásticamente en los mayores institucionalizados y con deterioro cognitivo. Si bien su incidencia es relativamente baja en aquellos que viven en su domicilio, no por ello deja de ser importante. Algunos de los problemas nutricionales de este colectivo podrían ser solventados, o al menos paliados, mediante una adecuada valoración nutricional, basada en la valoración de la ingesta, determinación de valores antropométricos y analíticos e identificación de posibles factores de riesgo. Para realizar una valoración nutricional, en un primer nivel, se han elaborado multitud de escalas. El Mini Nutritional Assessment (MNA) es una escala validada que permite de forma rápida, sencilla y práctica, evaluar el riesgo nutricional en el adulto mayor en todos sus ámbitos, siendo una de sus ventajas la identificación del riesgo de malnutrición.
En nuestro ámbito de estudio, la provincia de Valencia, no hemos hallado estudios detallados que evalúen el estado nutricional y sus factores de riesgo en personas mayores no institucionalizadas. Por ello, nos planteamos como objetivo general valorar el riesgo nutricional y profundizar en los factores asociados a éste, intentando obtener un perfil de la persona mayor con riesgo o con malnutrición. Para ello, hemos usado la escala MNA y una encuesta de posibles factores asociados a la nutrición. También hemos valorado la capacidad predictiva del cribado o MNA-SF con respecto a la escala integra, proponiendo un nuevo cribado adaptado a nuestra población de estudio.
Se realiza un estudio transversal en 12 centros sociales para personas mayores. La muestra es de 660 personas de ambos sexos, de 65 años o más, que viven en sus domicilios y residen en la provincia de Valencia. Los datos se obtienen mediante una entrevista personalizada. Como variable dependiente consideramos el diagnóstico obtenido con el MNA y como posibles variables explicativas del estado nutricional, las recogidas en la encuesta de factores asociados. Se realiza un análisis multivariado mediante regresión logística para la estimación del riesgo, con el paquete estadístico SPSS v 16, y un análisis multivariado mediante el procedimiento CHAID con el programa Dyane v 4.
La edad media de los participantes es de 74,3 años (DT=6,57), siendo el 48,33% hombres y el 51,67% mujeres. El 23,33 % de la muestra estaban en riesgo de malnutrición. El MNA-SF tiene una capacidad predictiva moderada con respecto a la escala integra (73,4% de sensibilidad y 86,6% de especificidad). El nuevo cribado elaborado (MNA-SF V) mejora la capacidad predictiva del original (sensibilidad de 82,5% y 85,6% de especificidad). Los factores asociados al riesgo de malnutrición de forma independiente son: no tener estudios (OR=2,11, IC 95%:1,18-3,78), comer menos de 5 veces al día (OR=2,22, IC 95%:1,23-4,03), tener un apetito escaso (OR=3,44, IC 95%:1,70-6,96), sufrir xerostomía (OR=1,8, IC 95%:1,08-3,0), seguir una dieta hiposódica (OR=2,01, IC 95%:1,2-3,37), padecer más de 6 enfermedades crónicas (OR=12,21, IC 95%:1,11-133,95), tener diagnosticadas enfermedades mentales leves (OR=2,64, IC 95%:1,01-6,92), haber sufrido enfermedades agudas en el último año (OR=1,94, IC 95%:1,15-3,27). La obesidad se asocia a un buen estado nutricional (OR=0,29, IC 95%:0,13-0,62). El 97,3% de los de los adultos mayores que se encuentran en situación de riesgo nutricional se engloban dentro del siguiente perfil: personas que han tenido enfermedades agudas en los últimos tres meses, realizan solamente una comida completa al día, comen menos de 5 veces al día, manifiestan un apetito escaso o normal y toman más de tres medicamentos al día.
Consideramos necesario incorporar dentro de la valoración geriátrica integral la evaluación del estado nutricional de los adultos mayores desde la atención primaria de salud. De la misma forma, dado que en la población estudiada más de un tercio de la misma presentan obesidad, sería conveniente llevar a cabo estudios adicionales sobre este aspecto.
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