Martha Patricia Álvarez Chávez
El siglo XXI ha sido testigo de la gran revolución de la información. Las tecnologías de comunicación se han hecho parte de la vida misma, ya que han incursionado en todos los ámbitos, comerciales, empresariales, personales y educativos. Por ejemplo en el comercial, la automatización es parte de las empresas. Cada vez más los dispositivos facilitan las transacciones y las comunicaciones entre empleados-clientes-proveedores.
Las empresas igual se han visto beneficiadas. La rapidez con la que se efectúan las transacciones se ha visto impactado con la inmediatez, la facilidad para acelerar transacciones comerciales, para agilizar procesos, facilitar la logística y eficientar tiempos. Empresas de todos los rubros: turísticas, comerciales, industriales, grandes, medianas, pequeñas. Un ejemplo claro son los movimientos bancarios en línea, donde el ahorro de tiempo es considerable. En lo personal, las tecnologías benefician desde la utilización de la telefonía móvil, sus aplicaciones, al igual que la computadora adaptada a la casa, al automóvil.
El ámbito educativo tampoco ha estado alejado de la tecnología. Las instituciones sobre todo en los países desarrollados adquieren equipos tecnológicos para que el trabajo de aula se vea beneficiado. Pero no solo en la infraestructura es el cambio, también la tecnología ha impactado el trabajo diario del profesor y en cierta medida ha puesto en desventaja el rol tradicional de enseñanza del profesor.
Como señala Cabero (2007a: 1): … por otra parte, nunca, como en la actualidad, las tecnologías habían tenido tanta presencia y significación. Y con claridad podemos decir que si existe algún atributo distintivo de la sociedad en la cual nos desenvolvemos es su perspectiva tecnológica, en lo doméstico, en lo cultural y en lo político; uniéndose las tradicionales con las denominadas nuevas, y donde empieza a hablarse de que el futuro girará en torno a la convergencia de las tecnologías. Convergencia que superará la mera suma de las partes, alcanzando nuevos escenarios, y nuevos lenguajes expresivos. El hombre ha ido incorporando a sus actividades las tecnologías existentes, esto mismo ha provocado que por ende se vayan capacitando y actualizando por varias razones; para no quedar rezagado y volverse en cierta forma obsoleto en todas aquellas actividades que realiza en su entorno, ya sean políticas, sociales, educativas, etc. Por otro lado, quizás por el atractivo mismo que ofrece la novedad, el carácter innovador de la tecnología y que se busca ir a la vanguardia, con el progreso.
A través de la historia, el hombre ha evolucionado buscando soluciones a cada uno de los problemas que le plantea el diario vivir. Cada solución ha sido pensada primero con un fin utilitario, otros por comodidad y facilidad. Es por ello que se han hecho posibles grandes inventos y que se han encontrado tantas alternativas para una mejor calidad de vida.
Castañeda (1985: 12) cita en su libro las palabras tan ciertas de McLuhan: «pero como sucedió con la silla, la rueda da origen de inmediato a otra forma de tecnología: el camino. Y así como la mesa alteró las pautas sociales, lo mismo pasó con el camino; la más mínima tecnología conforma un nuevo ambiente».
Y en esta transformación, todo está en constante cambio, Diríase como el efecto mariposa, el más mínimo aleteo alteró las estructuras actuales y se realizan modificaciones con todo o que incumbe a la adquisición de una nueva herramienta, habilidad, actitud, destreza, capacidad, competencia, etc. En suma, una nueva ecología. De ello, como ya se mencionó, las instituciones educativas no pueden estar alejadas. A manera de ejemplo, imaginemos a un maestro explicando qué es el «electrocardiograma», probablemente su explicación irá acompañada de dibujos, filminas y apuntes en el pizarrón y con imaginación los alumnos podrán darse una idea de cómo son los latidos del corazón motivados por cambios de tensión eléctrica en sus fibras musculares, que pueden detectarse por un voltímetro. Esto en un salón de clases típico, en lecciones de anatomía, en donde los estudiantes aún no tienen acceso a las prácticas hospitalarias. Ahora bien, para esa misma clase, ¿no sería más efectivo utilizar un multimedia interactivo? Ahora imaginemos esa misma clase utilizando un multimedia interactivo, con imágenes en movimiento, colores y sonidos, en donde se pueda ver el corazón en vivo, y casi sentir, por medio de lo que se está viendo, esos latidos.
Las anteriores líneas contrastan una misma explicación de clase con dos estilos diferentes: el tradicional y uno con incorporación de tecnología.
El profesor introduce nuevas tecnologías de la comunicación para llevar al aula experiencias y hechos que de otra manera sería imposible vivirlos.
Demostrar un procedimiento de laboratorio, mostrar sucesos que se dan en tiempos y lugares inaccesibles, estudiar hechos históricos, eventos que suceden en regiones distantes, experimentos científicos, pruebas de laboratorio.
El profesor al utilizar estos recursos, pone a disposición del alumno un mundo de colores e información, de esta forma el alumno no sólo vería imágenes, sino que podría transportarse en el tiempo, detenerse en los pequeños detalles. Y para aquellos estudiantes que no tienen acceso o algún contacto con las herramientas tecnológicas, ¿de qué manera explica este encuentro, ver la realidad virtual con la profesional, una vez que egresen? El tiempo y el espacio dejan de ser una barrera para conjugarse y existir al mismo tiempo y destiempo. Son realidades que se conjugan y enlazan, un mundo experiencial diferente que crea nuevos ambientes y nuevas relaciones.
Estebanell y Ferrés (2008:2) apuntan que «adaptar nuestro modo de ejercer es la principal función que tenemos encomendada: La formación de alumnos». El proceso de enseñanza no se escapa de este progreso; es por ello que los profesores deben de incorporar a su manera de ejercer la docencia, el uso de las nuevas tecnologías, allegándose de todo aquello que les permita cumplir con su principal función, que es la de enseñar o «formar alumnos».
Claro está, que cada profesor decide qué tanto participa en el progreso o lo novedoso pueda ser adaptado a salón de clase, ya sea vía tecnología o con las actitudes de él mismo.
Con esa idea en mente, el propósito de la presente investigación es conocer hasta donde están capacitados los profesores del Colegio de Bachilleres plantel 6 para hacer uso de estas herramientas, así como sus necesidades de formación para cumplir los propósitos de una buena enseñanza-aprendizaje. De la misma manera, saber qué es lo que conocen los alumnos acerca de las TIC, sus habilidades, sus destrezas y sus necesidades para una buena formación en el uso de estas herramientas.
Como ya se anotó líneas arriba, esta investigación estará centrada en el nivel de educación media superior. Será en el plantel 6 del Colegio de Bachilleres ubicado en Ciudad Juárez, Chihuahua, México. Una de las motivaciones principales por las cuales esta investigación planeo llevarla a cabo en el mencionado plantel, es porque he sido docente de la institución por alrededor de 25 años y ante todo subsiste un lazo especial de aprecio por este centro educativo y lo que representa en casi toda la experiencia que he adquirido en la docencia.
Durante este tiempo he sido testigo de los cambios en las generaciones.
Cómo cada una de ellas ha estado marcada por ciertas particularidades, tanto en los estudiantes como en los maestros.
Todo ha cambiado y las necesidades de formación también. En lo que respecta a las tecnologías su inclusión ha sido paulatina. Mi preocupación por el tema surge del gran auge que ha tenido la utilización de estas nuevas tecnologías en la sociedad y que ha trastocado todos los ámbitos, (culturales, sociales, económicos, políticos y educativos), por lo tanto me interesa saber que tan preparados están los alumnos para utilizarlas, su nivel de conocimiento acerca de ellas, sus habilidades en el uso, su interés en el tema, el empleo que hacen de ellas en la utilización en sus tareas escolares y lo que esperan aprender para ayudarse en su proceso de aprendizaje.
Asimismo me interesa conocer qué tanto saben mis colegas, hasta donde están interesados en utilizar TIC. Su nivel de conocimiento acerca de estas herramientas, cuáles son sus conocimientos y habilidades. Cuáles son sus necesidades de formación en estas herramientas para incluirlas en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Por una parte con esta incorporación permitiríamos que los alumnos de todos los niveles accedieran a un mundo de información y al egresar de su escuela podrían incorporarse con gran facilidad a la educación superior al saber usar las TIC. Así mismo el profesionista no solo tendría un título en sus manos al egresar, también llevaría consigo todo un cúmulo de habilidades tecnológicas aplicables en cualquier circunstancia y con la ventaja de que el conocimiento de ellas lo harán más competitivo en el ámbito laboral. Cabero (2007b: 271), subraya que “los estudiantes deberán adquirir nuevas competencias y capacidades, destinadas no solo al dominio cognitivo, sino también a sus capacidades para aprender, desaprender y reaprender para adaptarse a las nuevas exigencias de la sociedad”, es decir, los alumnos adquirirán nuevos conocimientos y habilidades las cuales les serán de vital importancia para adaptarse a los requerimientos de la sociedad, lo cual los convertirá en estudiantes de mayor competitividad frente a aquellos que no cuenten con estas habilidades.
Todas estas razones me motivaron a realizar esta investigación para conocer más a fondo la realidad del plantel en el cual imparto clases.
Además de poder aportar y sugerir algunas acciones para que la sociedad tecnológica no esté alejada del mundo académico de este plantel en particular.
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