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El Perú en la narrativa de ventura García Calderón

  • Autores: Benoît Filhol
  • Directores de la Tesis: Carmen Alemany Bay (dir. tes.), Eva M. Valero Juan (codir. tes.)
  • Lectura: En la Universitat d'Alacant / Universidad de Alicante ( España ) en 2013
  • Idioma: español
  • Tribunal Calificador de la Tesis: José Carlos Rovira Soler (presid.), Virginia Gil Amate (secret.), Francisco José López Alfonso (voc.)
  • Materias:
  • Enlaces
    • Tesis en acceso abierto en: RUA
  • Resumen
    • Ventura García Calderón (París 1886¿París 1959) es todavía hoy un escritor relegado de las letras peruanas e hispanoamericanas. Cincuenta años tras su muerte fueron necesarios para ver una parte de su obra reeditada en el Perú. Este destierro es todavía más enigmático si contemplamos que la trayectoria del escritor peruano fue marcada por numerosos éxitos y satisfacciones: su recopilación de cuentos La venganza del cóndor de 1924 le abrió la puerta de la Europa literaria de aquella época con la inmediata traducción de la obra a numerosas lenguas. En 1931 ganó el premio Heredia concedido por la Academia Francesa, en 1933 fue propuesto por escritores franceses y peruanos al Premio Nobel que finalmente no obtuvo y en 1939 fue recibido en la Real Academia de Lengua y Literatura Francesa de Bélgica como Académico de Número, por citar sólo algunos de sus reconocimientos y premios. ¿Cómo explicar este arrinconamiento que, durante cincuenta años, dificultó su lectura y su comprensión, así como los escasos estudios realizados sobre su obra en este periodo? Manejamos la cifra de cincuenta años para referirnos al arrinconamiento de Ventura García Calderón ya que, a partir de 2008, su obra empezó a reeditarse en el Perú: en este mismo año salió una traducción al español de una de sus obras teatrales que escribió en francés, La Perricholi, Comedia en tres actos y cuatro escenas; en 2010 se publicó la recopilación Cuentos peruanos, un año después su Narrativa completa en dos tomos a cargo de Ricardo Silva-Santisteban y en 2012 se editó una traducción al español del libro de ensayo La Francia que amamos. Nuestro acercamiento a la obra de Ventura García Calderón fue progresivo. La primera etapa la constituyó el estudio de la novela La Périchole para el trabajo de final de máster que presentamos en febrero de 2009. Al seguir nuestro trabajo con el objetivo de elaborar una Tesis doctoral, reparamos en la escasez de los estudios sobre la parte más importante de su obra literaria: la cuentística. De ahí, la especial atención que dedicaremos a esta parte de la obra garcícalderoniana en el presente estudio.

      ¿Por qué ¿el Perú en la narrativa¿? Un aspecto nos llamó rápidamente la atención cuando empezamos nuestro trabajo de búsqueda y de reseña bibliográfica. Se trata de la crítica polarizada que conoció la obra de nuestro autor: una crítica favorable en Francia y en Europa pero negativa en su país de origen, el Perú. Descubrimos, página tras página, que las críticas adversas se centraban esencialmente en una parte específica del conjunto de la obra de García Calderón: la que recupera la temática peruana y, especialmente, los cuentos de tema peruano. Por tanto era legítimo preguntarse: ¿existe una relación entre las valoraciones desfavorables que recibió el escritor y la situación de confinamiento en la que se encuentra? ¿Cómo explicar esta crítica polarizada? Ya teníamos un objetivo y un cuerpo claro y abarcable para nuestra tarea de revisión de la obra del autor peruano: el Perú en la narrativa de Ventura García Calderón. Faltaba por definir el corpus. Ahora bien, para ampliar el objeto de nuestro estudio, y no centrarnos únicamente en los cuentos de temática peruana, decidimos integrar otros dos textos que también abordan el tema del Perú: Si Loti hubiera venido de 1925 y La Périchole, novela escrita en francés, de 1940. Conviene señalar que estos textos tampoco habían motivado muchos estudios críticos.

      El objetivo general de este trabajo de investigación es seguir el camino trazado por Julio Ortega (1988 [1966]) y Luis Alberto Sánchez, e iniciado por Francisco José López Alfonso (2010), y tratar de hallar los motivos del arrinconamiento de Ventura García Calderón a partir de una revisión objetiva y minuciosa de su obra. Con este trabajo pretendemos asimismo aclarar la naturaleza de la imagen del Perú expuesta por el escritor peruano en su narrativa. Es la vía que elegimos para emprender esta labor de revisión que consideramos indispensable. La presente Tesis se acoge a dos principales metodologías propias de los estudios literarios y de la investigación científica en general. En primer lugar, este estudio pretende edificarse y reflejar las reflexiones y opiniones críticas anteriores sobre el tema. De ese modo procuramos presentar la base bibliográfica más exhaustiva posible, con el objetivo de nutrir tanto la presente investigación como trabajos posteriores. En segundo lugar, como indicamos más arriba, nuestro estudio tiene la finalidad de completar los estudios garcíacalderonianos. Por este motivo, proponemos varios análisis de textos que hasta ahora no habían o sólo habían sido comentados parcialmente. Para llevar a cabo dicha tarea, nos apoyaremos en las diferentes claves interpretativas propias de la narrativa ¿narración, personajes, lenguaje, temática, espacio, tiempo, etc.¿ y en las reflexiones teóricas susceptibles de esclarecer o explicar aspectos concretos de las obras comentadas. Con este trabajo de investigación nos propusimos contestar a varios interrogantes. Recordemos que cada uno de ellos tiene que ver con la plasmación de la temática peruana en la narrativa de Ventura García Calderón.

      En primer lugar, este estudio nos permitió revelar la naturaleza de la visión del Perú formulada por el escritor peruano en esta parte de su narrativa. Vimos que conforme a la concepción reflejada en su obra crítica y ensayística, Ventura García Calderón impone su mirada literaria sobre la realidad peruana. Esta perspectiva se explica por la formación modernista y, además, como examinamos en nuestro primer capítulo, encaja con una tarea más general que se había propuesto el escritor de acuerdo con la generación del Novecientos a la que pertenecía: presentar y difundir una imagen positiva y atractiva del Perú.

      En este proceso de divulgación de lo peruano, los cuentos de tema peruano desempeñaron un papel importante. Estas setenta y cuatro piezas ¿destinadas, muchas de ellas, es verdad, en un primer momento al lectorado limeño¿ revelaron a los lectores franceses y europeos un Perú misterioso, a la vez terrible y seductor a través de historias extraordinarias. Coincidimos con varios críticos (Valenzuela Garcés 2011, González Vigil 1990 y Silva Santisteban 2010) en señalar la heterogeneidad de la cuentística de tema peruano de García Calderón. Por una parte, se advierten en estos relatos huellas del decadentismo y del Modernismo, dos corrientes que el escritor cultivó fundalmente antes de su reafirmación peruana, si bien globalmente, los cuentos de tema peruano comparten con la literatura finisecular la predisposición hacia lo extraordinario, lo mágico, lo misterioso, lo irracional y la relación de estos elementos con la realidad. El decadentismo persiste a través de la morbosa complacencia por la muerte y las situaciones horribles y por la visión perversa del amor que se da en estas piezas. La estela del Modernismo es más tenue y se deja ver en la elección de algunos vocablos y en giros de la escritura garcíacalderoniana. Nos percatamos no obstante de una cierta evolución en la cuentística: Ventura García Calderón abandona poco a poco el exotismo distante y reductor de La venganza del cóndor ¿actitud también relacionada con el Modernismo¿ para abrazar un cosmopolitismo interesado en subrayar las costumbres y las virtudes del ¿otro¿. Esta orientación cercana a la corriente regionalista y a las nuevas direcciones de la literatura europea se hace visible también en el interés garcíacalderoniano por las diversas geografías del Perú y sus respectivos fenómenos naturales. Con estos cuentos, creemos que Ventura García Calderón se une además a la lista de los escritores que cultivaron lo que se suele llamar la narrativa de aventuras y una literatura preocupada ante todo por la plasmación de historias cautivantes y que tienen como finalidad el entretenimiento. Notamos de hecho que el estilo adoptado por el escritor peruano en estos relatos coincide con una estrategia literaria destinada a crear un efecto impactante y sorprendente en el lector. García Calderón cultiva efectivamente una escritura concisa, maneja magistralmente las diferentes modalidades de la tensión narrativa y, en varios relatos, recurre al registro de lo fantástico cuando le interesa introducir lo irracional de la realidad peruana.

      Nos equivocaríamos mucho en no reconocer la gran importancia que tuvieron escritores como Ventura García Calderón ¿junto a Horacio Quiroga, Leopoldo Lugones, Francisco Contreras, etc.¿, cuyos características regionalistas o mundonovistas prepararon el terreno para el advenimiento de lo real maravilloso y del realismo mágico. La historia literaria, cuando no los ocultaba, encontró siempre un problema para clasificar a estos autores que surgieron entre dos grandes movimientos de la literatura hispanoamericana: el Modernismo, movimiento fundacional, y el realismo mágico, asociado por la crítica con el Boom hispanoamericano. Pero insistamos, si observamos estas cuestiones de historia literaria en diacronía, y no en sincronía, debemos reconocer que las corrientes de lo real maravilloso y del realismo mágico, impulsadas desde París por Miguel Ángel Asturias, Alejo Carpentier y Arturo Uslar Pietri difícilmente hubieran podido desarrollarse sin las propuestas de estos escritores regionalistas entre los que se cuenta Ventura García Calderón. Centrándose en lo maravilloso de la realidad americana y en las idiosincrasias hispanoamericanas, lanzaron las primeras notas que los escritores de lo real maravilloso y del realismo mágico cogieron al vuelo para elaborar una literatura diferente pero deudora de sus predecesores. Analizemos asimismo que la consideración del destinatario o narratorio de los cuentos de temática peruana no es vana o superflua. Como observamos, el autor eligió la perspectiva de narradores ajenos a los escenarios y a las realidades plasmados en los relatos. Estos protagonistas son casi siempre, o bien hombres criollos, o bien personajes europeos de paso por el Perú. El autor consigue así que el lector ¿limeño o europeo¿ se sienta identificado y que se adentre profundamente en las tramas propuestas. Se trata de una fórmula literaria frecuentemente usada en los relatos de aventura mencionados anteriormente y en la literatura exótica. Y si nos fiamos de los premios, de los reconocimientos y de las críticas elogiosas que cosechó el autor en Europa, hemos de reconocer que esta estrategia recogió sus frutos.

      Además, si volvemos a las condiciones de publicación de los cuentos peruanos en el Perú, tenemos otra prueba sobre lo que acabamos de avanzar. A partir de la recopilación de La venganza del cóndor, los cuentos de tema peruano se publicaron en una sección de la revista Variedades que tenía como objetivo el entretenimiento, a juzgar especialmente por los dibujos que acompañaban los cuentos (ver Figura nº 1, p. LXXV ). La revista Variedades, dirigida por Clemente Palma, el hijo de Ricardo Palma, era una de las primeras publicaciones ilustradas y tenía ya un gran prestigio cuando Ventura García Calderón publicó sus primeros cuentos en 1925.

      Ahora, si tomamos en cuenta el carácter literario de la propuesta garcíacalderoniana y la perspectiva ¿desde fuera¿ en relación con la realidad peruana ¿cómo podemos exigir, como lo hizo el sector pro-indigenista de la crítica y de las letras peruanas, un enfoque verista y comprometido con la problemática indigenista? Sin dejar de subrayar las limitaciones ideológicas que de la visión del indígena tenía el autor, y que heredó del pensamiento finisecular un racialismo desfasado, creemos que esta parte de la crítica y de las letras peruanas se equivocó en su juicio al no valorar con propiedad el sentido de la obra garcíacalderoniana. La cuestión de la recepción peruana de la obra del autor y su eventual relación con el sitio ocupado por el escritor en la literatura peruana constituyó una interrogante crucial de nuestro trabajo. Ahora bien, a nuestro parecer, los ataques mencionados son responsables del encasillamiento y del olvido en el que cayó Ventura García Calderón durante la segunda parte del siglo XX y el comienzo del XXI.

      Para explicar la sombra a la que fue relegado Ventura García Calderón en Francia, donde su obra no fue reeditada, señalamos como hipótesis que el surgimiento de la etnología y de la antropología moderna dio un golpe duro a la literatura exótica practicada por nuestro autor. En la segunda mitad del siglo XX, con los avances de las ciencias humanas mencionadas, los lectores han ido exigiendo cada vez más exactitud y precisión en las pinturas de las regiones lejanas y de sus habitantes. Además la perspectiva antropológica convirtió al ¿otro¿ en un semejante, lo que, como observamos, no es siempre evidente en la literatura exótica. Por otra parte, el surgimiento y el desarrollo de otros formatos de ficción que integran la imagen ¿el cómic, la televisión y el cine¿ fueron en detrimento de la literatura exótica y de aventura. Las dos razones invocadas sólo son hipótesis y, en ningún caso, constituyen pruebas inequívocas. Cabe señalar que, en la historia literaria, Ventura García Calderón no sería el único escritor arrinconado menos de un siglo después de haber conocido una cierta notoriedad.

      La orientación literaria del proyecto garcíacalderoniano se hace todavía más evidente tras nuestro estudio de las reescrituras. Con estas obras ¿Si Loti hubiera venido, La Périchole y los cuentos coloniales¿ el autor rinde homenaje a creadores que lo marcaron como gran lector que fue sin lugar a dudas. Estas reescrituras constituyen además un modo de elaborar el puente entre las dos naciones queridas por García Calderón, el Perú y Francia.

      En Si Loti hubiera venido, García Calderón imagina una estancia de Pierre Loti en el Perú e inventa una historia de amor entre el marinero y una joven indígena con el fin de revelarnos toda su admiración por el autor francés, pero también pretende justificar y asumir el exotismo de su narrativa. Interpretamos esta obra como un pastiche literario en el que efectivamente nuestro autor recupera algunos ingredientes característicos de la obra de Pierre Loti y adapta el exotismo lotiano a la realidad peruana y a su sensibilidad personal.

      Con La Périchole (1940), Ventura García Calderón confiesa explícitamente andar sobre los pasos de Prosper Mérimée y de su obra Le carrosse du saint-sacrement pero ofrece una versión original de la historia de la famosa actriz limeña, Micaela Villegas, la Perricholi, del virrey Manuel de Amat y Junient y de la caída de la colonia española en el Perú. El escritor peruano se desmarca de los demás cultores de la historia de la Perricholi adoptando un tono más especulativo y reflexivo, pero también humorístico y satírico. La configuración del personaje es también novedosa en la novela: la Perricholi se convierte en el símbolo de la identidad mestiza peruana y en una de las portabanderas de la independencia del Perú. De paso García Calderón recupera, para los lectores franceses, la tradición literaria peruana de la glorificación de la Lima dieciochesca. Subrayamos asimismo el carácter híbrido de una obra que mezcla la ficción con la historia ¿a la manera de las Tradiciones peruanas de Ricardo Palma¿ y que integra lo ensayístico con la inserción de múltiples referencias intertextuales. Tratamos de explicar por fin el ¿destierro¿ en el que se halla esta novela que no se dio a conocer en el Perú y de la que no existe traducción española. Enmendamos de alguna manera este confinamiento presentando en este trabajo su traducción al español. Creemos que su contenido colonial y pasadista podría explicar la ausencia de su publicación en el Perú, a no ser que el arrinconamiento global del escritor haya arrojado una sombra sobre la totalidad de su producción y que esta obra, como otras tantas, haya caído en el olvido.

      Los cuentos coloniales emprenden el camino inverso. Con estos relatos de tonalidad palmiana, Ventura García Calderón celebra la escritura del conocido como ¿bibliotecario mendigo¿ y acerca al lector europeo el género tan peruano de la ¿tradición¿.

      Esta investigación nos permitió también apreciar una evolución en la narrativa garcíacalderoniana. Los cambios que fue realizando Ventura García Calderón en estos veinte años, de 1920 a 1940 aproximadamente, revelan la gran versatilidad de un autor que, para cada obra o incluso relato, es capaz de adoptar un tipo de escritura y un estilo distinto. Por ejemplo, podemos difícilmente comparar el estilo de los cuentos de tema peruano, donde predomina la búsqueda de la intensidad, de la concisión y del impacto final, con la escritura de La Périchole, que presenta un lenguaje más desenfadado con la presencia de palabras o expresiones provenientes de escritores decimonónicos franceses. Cabe señalar que La Périchole bien podría ser la única obra escrita directamente en francés que estudiamos. Los cambios mencionados por tanto deben atribuirse, por lo menos en parte, a la mutación lingüística. Pero no todo fueron cambios en la escritura garcíacalderoniana. Es posible hallar efectivamente un elemento recurrente en la totalidad de la narrativa de temática peruana del autor: la tendencia a ofrecer historias o episodios cortos y cerrados. Ventura García Calderón, quien se lanzó a la escritura en prosa con la práctica de la crónica, aprendió sin duda de este género a seleccionar tramas o anécdotas y a plasmarlas en pocas palabras. Repite este modelo incluso en una novela como La Périchole, donde sintió la necesidad de dividir su trabajo en capítulos, que no son otra cosa que pequeñas historias o ensayos ¿de contenidos no siempre relacionados¿ ensamblados para conformar una obra de mayor extensión.

      Nuestro trabajo trató de responder a las sugerencias críticas de Julio Ortega (1966), Luis Alberto Sánchez (1986b) y Francisco José López Alfonso (2010), quienes se posicionaron a favor de una revisión objetiva de la obra de Ventura García Calderón. Descartando su relación directa con el indigenismo literario, hemos insistido en el carácter literario y desinteresado política y socialmente de su narrativa de tema peruano. La prosa sobre el Perú de nuestro autor no tiene como finalidad la descripción verista y la reivindicación social y cultural que pudo tener el indigenismo literario; su visión del indígena y de su mundo, que atraviesa toda su narrativa, lo demuestra. Se trata de una obra personal sobre un Perú que él sentía y que en nombre de los estudios literarios merecía ser rescatada. Como pensaba Baudelaire, García Calderón debía de pensar que una obra bella contiene cierta dosis de excentricidad, es decir, una individualidad propia, espontánea.

      Como ya hemos adelantado, el análisis comparativo de la nouvelle Si Loti hubiera venido con la novela Aziyadé de Pierre Loti nos ha permitido aprender sobre nuestro escritor. A nuestro modo de ver, con Si Loti hubiera venido Ventura García Calderón compuso una verdadera declaración de intenciones equiparando su obra a la de Pierre Loti. Creemos en efecto que García Calderón, admirador del escritor francés, tiene mucho que ver con su homólogo. Nuestro autor, de alguna manera, realizó con el Perú lo que Loti hizo con el Oriente. El exotismo garcíacalderoniano, presente en la totalidad de las obras comentadas en este trabajo, comparte con el exotismo lotiano su sentido global. Como el Oriente de Loti, el Perú de Ventura García, a partir de la publicación de La venganza del cóndor en 1924, se convierte en un referente continuo. A pesar de la recurrencia de rasgos y características ¿su país de origen será siempre, para él, sinónimo de misterio, peligro y magia¿, este Perú, a la manera del Oriente de Loti, es extensible. Primero, geográficamente: observamos que García Calderón no fue sólo el escritor de Lima y tampoco sólo el de la sierra, también retrató la selva amazónica peruana, las zonas desérticas del sur del país y las costas pantanosas. Extensible temáticamente también en el sentido de que la obra narrativa sobre el Perú de nuestro escritor aborda un gran abanico de temas y de aspectos: aventuras, idilios, consideraciones históricas y literarias, leyendas, etc. Ampliable y por tanto compresible cuando es necesario, según las inspiraciones del momento, de las lecturas y de los deseos, este tema sólo obedece a la verdad de la creación y de la imaginación. La verdad de su Perú no es sociológica o política, es literaria.

      Este estudio ha querido prolongar el camino de la investigación sobre la obra garcíacalderoniana. No se puede y no se debe detener aquí. Queda mucho por hacer. Todavía sigue sin existir una obra completa del escritor que recopile tanto su obra crítica como la totalidad de su obra literaria. Su obra teatral, que comprende tres piezas: Holofernes (1931), La vie est-elle un songe? (1958) y La Périchole (1958), no ha dado lugar a ningún estudio. Tampoco conocemos ningún trabajo que se haya centrado detenidamente en su recopilación poética Cantilenas (1920), en su obra de crónica y en su trabajo ensayístico y crítico. La tarea es inmensa pero merece la pena continuar y seguir ampliando la comprensión de la obra de Ventura García Calderón.


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