Desde una perspectiva de sociología histórica se estudia la transformación acontecida en la ciudad de Ferrol desde mediados del siglo XVIII hasta los años treinta de este siglo, tomando como sujeto básico la familia trabajadora. A partir de la política realizada por el despostismo centralizado en el campo jurisdiccional, y analizando la evolución demográfica, la composición social, las protestas obreras y las crisis económicas de Ferrol, se pone de relieve que la familia obrera es el contrapunto necesario de los mecanismos individualizadores del mercado de trabajo. Frente a ellos, la familia basa sus relaciones en la solidaridad y la dependencia personal entre sus miembros, por ello aparece como una realidad contradictoria representativa de las tensiones sociales propias de una época.
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