Ayuda
Ir al contenido

Dialnet


Las ideas estéticas de Adam Zagajewski y sus fuentes clásicas

  • Autores: Angel Enrique Díaz-Pintado Hilario
  • Directores de la Tesis: Concepción López Rodríguez (dir. tes.)
  • Lectura: En la Universidad de Granada ( España ) en 2012
  • Idioma: español
  • ISBN: 9788490282472
  • Tribunal Calificador de la Tesis: Sultana Wahnón Bensusan (presid.), José Antonio Hita Jiménez (secret.), Mariola Pietrak (voc.), Juan Antonio López Férez (voc.), María de Fátima Sousa (voc.)
  • Materias:
  • Enlaces
    • Tesis en acceso abierto en: DIGIBUG
  • Resumen
    • El objeto de nuestro trabajo lo constituye el estudio del pensamiento poético y las ideas estéticas del escritor polaco Adam Zagajewski (Lvov, actual Ucrania, 1945). La figura y la obra de Zagajewski ¿poeta, ensayista y novelista¿ suscita hoy un interés creciente no sólo en su patria, sino también en el resto de Europa y en América ¿tanto en la del norte como en la del sur¿, así como en otros continentes. Prueba de ello dan las numerosas traducciones de sus obras a muy diversas lenguas (albanés, alemán, eslovaco, español, francés, hebreo, sueco, etc.), así como los muchos e importantes premios de literatura recibidos por el autor en los últimos años (amén de en Polonia, en Alemania, en Francia, en Suecia, etc.). Puede afirmarse que Adam Zagajewski es, sin duda, uno de los escritores polacos de la hora presente más apreciados en su país y, al mismo tiempo, con más proyección internacional, hasta el punto de que su nombre ha empezado a sonar ya entre los futuros candidatos al premio Nobel. Sin temor a caer en la exageración, nos atreveríamos a decir que nos encontramos ante un clásico vivo de las letras polacas, europeas y universales contemporáneas.

      CAPÍTULO I: LA OBRA DE ADAM ZAGAJEWSKI EN EL CONTEXTO DE LA LITERATURA POLACA DEL SIGLO XX.

      1. El autor y su tiempo.

      2. Las principales tendencias de la poesía polaca del siglo XX: tradición e innovación.

      3. La Generación del 68 (Pokolenie 68) o de la Nueva Ola (Nowa Fala).

      4. La obra literaria de Adam Zagajewski: de la estética de la Nueva Ola a una estética personal.

      5. Adam Zagajewski en español.

      Teniendo en cuenta, sobre todo, que estudiamos a un autor aún poco conocido en España, hemos considerado de todo punto imprescindible ofrecer una semblanza biográfica de Adam Zagajewski, por sucinta que sea, así como una exposición sumaria de su quehacer literario. Y está claro, por otra parte, que para la recta comprensión de la obra de nuestro autor es preciso encuadrarla en el marco de la literatura polaca del siglo XX, en especial de su segunda mitad. Pero es que, al mismo tiempo, Zagajewski es heredero y partícipe de la entera tradición literaria de su lengua materna, y, entonces, resulta evidente que no podemos dejar de tener en cuenta, siquiera sea a muy grandes rasgos, la historia general de la literatura polaca e incluso la historia de Polonia. Y aún hay más: Adam Zagajewski, como autor polaco, es heredero y partícipe asimismo de la entera tradición literaria europea, fondo último sobre el que se destaca su figura y la aportación personal de su obra. Por tanto, no podemos perder de vista, en la medida de nuestras posibilidades, la historia de la literatura europea, muchos de cuyos autores están, como ha de comprobarse, explícitamente presentes y actuantes en la creación zagajewskiana.

      Así, pues, estudiaremos la personalidad y la obra literaria de Adam Zagajewski, destacándolas sobre el contexto de su tiempo y su contexto geográfico-cultural: la Polonia de la segunda mitad del siglo XX. A tal efecto, empezaremos esbozando una sucinta biografía de nuestro poeta y trazando su trayectoria creativa. El marco natural en que hemos de llevar a cabo todo ello viene dado por la historia de la poesía polaca del siglo XX, de cuyas etapas, tendencias, grupos y autores principales habremos de dejar constancia.

      En el subcapítulo «5. Adam Zagajewski en español» se dará cuenta sumaria de la carrera editorial de nuestro autor en traducciones a la lengua española, tanto en España como en Hispanoamérica.

      CAPÍTULO II: SOLIDARIDAD Y SOLEDAD (SOLIDARNO¿¿ I SAMOTNO¿¿, 1986) 1. «Solidaridad y soledad» («Solidarno¿¿ i samotno¿¿»).

      2. «Pequeño Larousse» («Ma¿y Larousse»): «Hegel y Keats» («Hegel i Keats») 3. «El flamenco» («Flamenco»).

      En el primer subcapítulo ¿«Solidaridad y soledad» («Solidarno¿¿ i samotno¿¿»)¿, estudiaremos en profundidad, atendiendo, en lo posible, a todas sus implicaciones estético-fisolóficas, una de las fundamentales «antinomias» ¿como las denomina Anna Czabanowska-Wróbel («antinomie»)¿ o ¿como preferimos denominarlas nosotros¿ «polaridades» en que, como ha de quedar de manifiesto en el transcurso de nuestra investigación, se articula el pensamiento poético y las ideas estéticas en general de Adam Zagajewski: la constituida por la que da título a su libro de ensayos de 1986: «solidaridad» y «soledad» («solidarno¿¿ i samotno¿¿»), precisamente. Es digno de subrayarse que en el planteamiento de esta polaridad se encuentra ya, in nuce, la idea zagajewskiana de la poesía y el arte como metaxý, es decir, no como algo excluyente y aislante, sino, bien al contrario, comunicante e integrante. Lo que afirmamos aquí quedará ¿confiamos¿ de manifiesto en las partes siguientes de nuestro trabajo.

      En el subcapítulo dedicado al «Pequeño Larousse» («Ma¿y Larousse»): «Hegel y Keats» («Hegel i Keats»), contemplaremos el pensamiento estético de Adam Zagajewski a la luz de dos capítulos de la historia del pensamiento estético occidental: el de las relaciones entre belleza natural y belleza artística, por un lado, y, por otro, el de las relaciones entre genio y creatividad. En este contexto histórico, se pondrá de relieve lo que en el posicionamiento personal de nuestro autor hay de profundo arraigo en la tradición y lo que hay de cosecha propia, de incuestionable originalidad.

      En el tercer subcapítulo ¿«El flamenco» («Flamenco»)¿, el objeto inmediato de nuestro estudio lo constituye la idea zagajewskiana del arte como ámbito de realidad autónomo; ámbito habitable y transitable, en que no nos es dado, empero, establecer de manera definitiva nuestra morada. La idea de «catarsis» ¿de filiación, huelga decirlo, aristotélica, del Aristóteles de la Poética¿ está aquí, implícita pero claramente, presente y actuante. Este será el lugar, por otra parte, en que habremos de plantearnos el problema de las relaciones entre la estética de Adam Zagajewski y la de Arturo Schopenhauer, siguiendo la pista proporcionada por Jaros¿aw Klejnocki. Klejnocki se ha referido, como ya apuntábamos, al «argumento schopenhaueriano» ¿«w¿tkek Schopenhauerowski»¿ implícito en algún poema de Zagajewski; a nuestro juicio, empero, ese argumento shopenhaueriano constituye una faceta insoslayable del conjunto del pensamiento poético y estético en general de nuestro autor, como esperamos haber demostrado.

      CAPÍTULO III: EN LA BELLEZA AJENA (W CUDZYM PI¿KNIE, 1998) 1. En la belleza ajena.

      2. Defensa de la poesía, defensa de la imaginación.

      3. Viajes y epifanías.

      En el primer subcapítulo ¿«En la belleza ajena»¿, estudiamos a fondo esta idea clave, como ya adelantábamos, del pensamiento poético y estético en general de Adam Zagajewski: la «belleza ajena» («cudze pi¿kno»). Localizaremos el momento preciso en que hace por vez primera su aparición, dentro de la producción literaria de Zagajewski, dicha idea, y, en una primera aproximación, procuraremos, digámoslo así, desentrañarla y dejar al descubierto sus imprescindibles notas definitorias, sus principales connotaciones y sus más obvias implicaciones estéticas y aun filosóficas (por ejemplo, en palabras de Pedro Laín Entralgo, la de la «teoría y realidad del otro»). A partir de aquí, y ya sobre todo en las páginas siguientes de nuestro trabajo, iremos viendo dónde encuentra preferentemente Adam Zagajewski esa «belleza ajena» («cudze pi¿kno»): como cabía esperar, desde luego, en la poesía, pero también en las artes plásticas ¿pintura, arquitectura, escultura¿, así como en la música ¿y, en ella, de una manera especialísima¿, y en el cine; y, no menos, aunque de otra manera, también, como no podía ser de otro modo, en la naturaleza; y, por supuesto, en las personas mismas: belleza física, intelectual y moral.

      En «Defensa de la poesía, defensa de la imaginación», el pensamiento poético y estético en general de Adam Zagajewski, con lo que hay ¿insistamos¿ en él de tradición y originalidad, queda puesto de relieve, distintamente perfilado, sobre el contexto de la historia de un género ¿o, más bien, subgénero¿ por el que el poeta polaco siente una viva atracción: el de las defensas de la poesía; género o subgénero que, como es sabido, cuenta con una ilustre tradición a la espalda en la literatura de Occidente. Y se verá aquí la profunda huella que en Zagajewski han dejado algunos de los más conspicuos autores de esas apologías: muy notoriamente, el poeta renacentista inglés Sir Philip Sidney y el romántico, y también inglés, P. B. Shelley. En particular, la apología de Shelley ¿A Defence of Poetry¿, con su encendida defensa de la imaginación y con su característica concepción de la poesía, de inspiración confesamente platónica, merecerá un detenido examen por nuestra parte, dada la inconfundible impronta que ha dejado en el pensamiento poético del mismo Zagajewski. Con claridad meridiana se echarán de ver aquí también las fuentes clásicas a las que, una vez y otra, de buen grado se allega nuestro autor: Platón y Aristóteles, en lo que respecta a la idea de la «admiración» como origen primigenio no ya sólo del filosofar, sino también del poetizar mismo; y el Aristóteles de la Poética, a la hora de deslindar los respectivos ámbitos específicos de la filosofía, de la poesía y de la historia. El platonismo de Adam Zagajewski ¿platonismo directo e indirecto¿ se hace de nuevo, en estas páginas, muy patente.

      En el tercer y último subcapítulo ¿«Viajes y epifanías»¿, y basándonos de preferencia en el fino estudio de Bo¿ena Schallcross, seguiremos a Adam Zagajewski en alguno de sus viajes en pos de la «belleza ajena» («cudze pi¿kno»), precisamente; fervorosos viajes por la geografía del viejo continente para encontrarse cara a cara con algunas de las obras de arte más espléndidas que ha producido el ingenio humano. Comprobaremos reiteradamente lo atinado de la tesis de Shallcross: esos viajes ¿o peregrinaciones, incluso¿ en busca de la belleza pueden, y aun suelen, acabar en experiencias «epifánicas», cuando no, en algún sentido, más propiamente «teofánicas». En esos viajes, la «belleza ajena» («cudze pi¿kno»), «ajena» en cuanto creada, producida por otros, llega a hacerse, por vía de contemplación humilde y entregada, «propia», recibida precisamente como regalo, como don, como gracia. Lo que es más: la experiencia del viaje se convierte en el lugar privilegiado en que la «belleza ajena» ¿«cudze pi¿kno»¿ revela su dimensión propia e insoslayablemente religiosa.

      CAPÍTULO IV: EN DEFENSA DEL FERVOR (OBRONA ¿ARLIWO¿CI, 2002) 1. «En defensa del fervor» («Obrona ¿arliwo¿ci»).

      2. «Observaciones acerca del estilo sublime» («Uwagi o wysokim stylu»).

      3. «Insistencia y brillantez» («Pi¿owanie i b¿ysk»).

      4. Contra la poesía («Przecizko poezji»).

      5. «La poesía y la duda» («Poezja i w¿tpliwo¿¿»).

      En el primer subcapítulo ¿¿«En defensa del fervor»¿ («Obrona ¿arliwo¿ci»)¿¿ nos ocupamos de una de las ideas esenciales, a nuestro juicio, del pensamiento poético de Adam Zagajewski: su idea, su concepción de la poesía y aun del arte todo como metaxý. De la mano del propio Zagajewski, en primer lugar nos remontaremos a la fuente platónica del Banquete, para luego enfocar nuestra atención en pensadores como Simone Weil y Eric Voegelin, de quien Zagajewsi, según confesión propia, ha retomado el término y la idea platónica del metaxý. En el pensamiento de Adam Zagajewski el «fervor» ¿«¿arliwo¿¿»¿ se contrapone a la ironía. Zagajewski reivindica el fervor, la actitud fervorosa, necesaria, a su juicio, tanto en el poeta como en el lector, tanto en el artista como en el receptor de la obra de arte, para escapar a la tentación de una ironía omniimpregnante y de un escepticismo cerrado a los valores superiores. En ese punto precisamente viene en nuestro auxilio la función metaxológica de la poesía y el arte, que, sin aislarnos de la tierra y de la visible realidad circundante, con sus múltiples y perentorias solicitaciones, nos eleva, empero, hacia lo alto, para abrirnos el horizonte de la trascendencia.

      En el subcapítulo ¿«Observaciones acerca del estilo sublime» («Uwagi o wysokim stylu»)¿, mostraremos cómo lo sublime, precisamente, constituye asimismo un concepto clave en el pensamiento poético y estético zagajewskiano. Adam Zagajewski ha bebido aquí, una vez más, de las fuentes clásicas, para proponernos una lectura estimulante del celebérrimo tratado de Longino, cuya doctrina, a su juicio, conserva plena actualidad y puede ser aprovechada con fruto también por los poetas de hoy; de modo especial, si cabe, en esta hora posmoderna, que, según observa Zagajewski, en general rehúye el tono elevado, la sublimidad, precisamente. Con objeto de ilustrar estas observaciones suyas acerca del estilo sublime, el poeta polaco acude a uno de los capítulos de la historia del arte occidental por él preferidos: el de la pintura holandesa de la edad de oro, a la que, en consecuencia, hemos de prestarle la debida atención en esta parte de nuestro trabajo. Y, junto a su defensa del estilo sublime, nos brinda asimismo Zagajewski su reivindicación de la inspiración. Para el poeta polaco, las musas siguen en activo. Va de suyo, como confiamos quedará demostrado, que a este respecto la fuente clásica ineludible se halla en el Ion platónico, con su inmortal doctrina acerca del «entusiasmo» o posesión del poeta por parte de la divinidad; doctrina que, a decir de Zagajewski, tampoco conviene olvidar hoy.

      Entre los que integran En defensa del fervor (Obrona ¿arliwo¿ci, 2002), el ensayo de Adam Zagajewski que lleva por título «Insistencia y brillantez» («Pi¿owanie i b¿ysk») está dedicado a glosar la figura y la obra del insigne escritor y pintor polaco del siglo XX Józef Czapski (1896-1993). Al evocar la figura de su compatriota, con quien le unió una cálida amistad, Zagajewski dice, a nuestro entender, mucho de sí mismo, y es por esta razón por la que a este escrito le hemos prestado también una atención preferente en nuestro trabajo. La idea de la «capacidad negativa» («negative capability») del poeta romántico inglés John Keats, ocupa, como esperamos haber demostrado, un lugar relevante tanto en el pensamiento estético de Józef Czapski como en el del mismo Adam Zagajewski.

      En el subcapítulo titulado ¿«Contra la poesía» («Przecizko poezji»)¿ ofreceremos un amplio y detallado estudio de este excepcional ensayo de Zagajewski, que, a despecho de su título, no viene sino a engrosar el haber del género ¿o subgénero¿ literario al que más arriba nos referíamos: el de las defensas de la poesía. En su condición de paladín de la poesía, Adam Zagajewski viene, claro está, a alinearse con las figuras egregias de un Sir Philip Sidney o de un P. B. Schelley. Ha de quedar aquí patente, por otro lado, que la idea zagajewskiana de «las dos alas de la poesía» no viene sino a prestar un bello asidero plástico, por así decirlo, a su idea, anteriormente expuesta, de la poesía como metaxý. Pero Zagajewski recurre aún a otra metáfora, la proveniente del debate secular ¿más bien milenario ya¿, en el seno de la cultura de Occidente, entre fe y razón: Atenas y Jerusalén. Como esperamos poder demostrar, Zagajewski no se limita, a la hora de caracterizar la naturaleza de la poesía, a servirse de una metáfora, sino que también echa su cuarto a espadas en el debate a que acabamos de referirnos. El pensamiento poético y estético de Adam Zagajewski se incardina, así, en un contexto de la mayor amplitud y el mayor calado: el gran contexto, el contexto por antonomasia, de la cultura occidental a secas.

      En fin, en el subcapítulo titulado ¿«La poesía y la duda» («Poezja i w¿tpliwo¿¿»)¿, el pensamiento poético de Adam Zagajewski se recortará, una vez más, con toda precisión y con su silueta inconfundible, sobre el fondo de otra polémica, de otro debate, de alcance más limitado ahora: el que el mismo Zagajewski plantea entre los respectivos posicionamientos estéticos de Émil Cioran ¿portavoz de la duda¿ y de Czes¿aw Mi¿osz, adalid de la poesía, precisamente.

      APÉNDICE I: RESEÑA DEL LIBRO DE ADAM ZAGAJEWSKI UNA LIGERA EXAGERACIÓN (LEKKA PRZESADA, 2011) En mayo del pasado año 2011 vio la luz el que hasta ahora es el último libro publicado por Adam Zagajewski. Por diversas circunstancias, a este libro sólo tuvimos acceso en enero del corriente. A la sazón, claro está, se hallaba ya prácticamente terminada la redacción de la presente tesis doctoral. Una vez leída atentamente, y con mucho entusiasmo, deleite y provecho, esta nueva obra zagajewskiana, llegamos a la conclusión ¿de acuerdo con nuestra directora¿ de que no era necesario dedicarle en nuestra tesis un capítulo aparte. Deseando, empero, darle asimismo a la nueva obra cabida en estas páginas, consideramos dos opciones posibles: o bien intercalábamos, aquí y allá, las ideas extraídas de ella, a modo de ejemplos ilustrativos, en lo ya escrito por nosotros, o bien recogíamos dichas ideas en un apéndice. Finalmente, nos hemos decantado por la segunda opción. En este «APÉNDICE I» exponemos, pues, las principales ideas estéticas que recoge Una ligera exageración (Lekka przesada, 2011), poniéndolas en conexión con todo lo anteriormente expuesto en nuestra tesis. Aquí tendremos ocasión de mostrar, por enésima vez, la admirable riqueza y la asombrosa coherencia y trabazón interna del pensamiento poético y estético de Adam Zagajewski; pensamiento que a cada nuevo libro se va desarrollando en armónico avance, matizando y profundizando, con nuevos temas y, sobre todo, con nuevas modulaciones, por decirlo así, de los temas con anterioridad presentados. En este «APÉNDICE I» se incluye así mismo, ni que decir tiene, un buen número de pasajes selectos del libro de Zagajewski, tanto en su original polaco como en su traducción española, realizada por nosotros. Estas traducciones son, seguramente, las primeras que de estos textos se han efectuado a nuestra lengua, y, como tales, constituyen un complemento no por modesto menos reseñable, a nuestro juicio, a la presente tesis doctoral.

      APÉNDICE II: CONVERSACIÓN CON ADAM ZAGAJEWSKI (ROZMOWA Z ADAMEN ZAGAJEWSKIM) Se transcribe aquí ¿en su original polaco y en correspondiente traducción española, hecha ad hoc por nosotros¿ la extensa entrevista que Adam Zagajewski tuvo la amabilidad de concedernos, en su domicilio de Cracovia, en octubre de 2005. Una tarde de otoño cracoviano para nosotros en verdad inolvidable.

      De acuerdo con nuestra directora de tesis, hemos estimado de todo punto imprescindible incluir esta entrevista aquí, en primer lugar, como parte de nuestra investigación; y, en segundo lugar, como complemento ilustrativo imprescindible a los resultados de la misma, pues, como se verá, es mucha y del mayor interés la doctrina estética zagajewskiana que dicha entrevista contiene. Por esto, amén de por otras muchas cosas, le deuda que tenemos contraída con nuestro autor resulta impagable de tan abultada.

      La presente tesis doctoral se completa con las preceptivas CONCLUSIONES y la no menos preceptiva BIBLIOGRAFÍA, que hemos compuesto dividiéndola en bloques temáticos.


Fundación Dialnet

Dialnet Plus

  • Más información sobre Dialnet Plus

Opciones de compartir

Opciones de entorno