La forma en que la física y la filosofía contemporáneas entienden los fenómenos cuánticos proviene de la forma en que los entendieron Bohr y Heisenberg, creadores, entre otros, del núcleo esencial de la interpretación de Copenhague, la interpretación mayoritaria de la mecánica cuántica. Según ellos, para extraer información de un objeto es necesario interaccionar con éste. Y, en la interacción, debido al postulado cuántico, siempre se produce un intercambio de energía, cuya magnitud es múltiplo del quantum de acción. Por consiguiente, el intercambio energético que se da entre el dispositivo de observación y el objeto observado, cuando interaccionan, provoca en el objeto una perturbación inevitable, que origina una indeterminación en su medida.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados