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Mecanismos corticales y periféricos del procesamiento afectivo de caras familiares: Estudio de la emoción asociada a la identidad

  • Autores: Alicia Sánchez-Adam
  • Directores de la Tesis: Jaime Vila Castellar (dir. tes.), Pedro Guerra Muñoz (codir. tes.)
  • Lectura: En la Universidad de Granada ( España ) en 2013
  • Idioma: español
  • Tribunal Calificador de la Tesis: María Antonieta Bobbes León (presid.), Humbelina Robles Ortega (secret.), Gustavo Adolfo Reyes del Paso (voc.), Pedro José Montoya Jiménez (voc.), María Lourdes Anllo Vento (voc.)
  • Materias:
  • Enlaces
    • Tesis en acceso abierto en: DIGIBUG
  • Resumen
    • El objetivo general de esta tesis doctoral fue estudiar los mecanismos centrales y periféricos del procesamiento afectivo de caras familiares queridas. Este objetivo general se concretó en los siguientes objetivos específicos:

      1. Determinar los efectos psicofisológicos debidos al procesamiento de la valencia afectiva, el arousal y la familiaridad en el procesamiento de caras de personas familiares queridas.

      2. Determinar la posible modulación del reflejo de sobresalto durante la visualización de caras queridas.

      3. Analizar posibles diferencias de género en el procesamiento de caras familiares queridas.

      4. Describir la modulación de los potenciales evocados relacionados con el procesamiento de caras familiares queridas, el patrón temporal de los diferentes procesos y la localización cerebral asociada a ellos.

      5. Ilustrar los efectos centrales (IRMf) y periféricos del procesamiento emocional de rostros que diferían en familiaridad (familiares vs. desconocidas) y en valencia (agradables vs. desagradables).

      Capítulo 1 En este capítulo se presentan tres estudios cuyo objetivo común fue determinar los mecanismos periféricos y centrales subyacentes al procesamiento de caras familiares queridas con especial énfasis en desentrañar la contribución de la valencia afectiva, el arousal indiferenciado y la familiaridad. Los tres estudios tienen en común: (1) la utilización de un paradigma capaz de diferenciar los efectos de la valencia y del arousal, el paradigma de visualización pasiva (Lang, 1995; Lang et al., 2000, 2006; Codispoti et al., 2001; Bradley & Lang, 2007), (2) el registro simultáneo de la actividad del sistema nervioso central (potenciales evocados) y periférico (electromiografía, electrocardiografía y conductancia eléctrica de la piel), y (3) la utilización de estímulos faciales que difieren en valencia afectiva, arousal y familiaridad.

      En el primer estudio publicado por Vico y colaboradores (2010), los participantes visualizaron de forma pasiva caras pertenecientes a cinco categorías diferentes: caras queridas (pareja, padres, hermanos/as, familiares de segundo grado y amigos), caras de famosos, caras de desconocidos (pertenecientes al conjunto de caras familiares de otro participante), caras de bebés del IAPS, y caras neutrales de la base de Ekman y Friesen (1978). Durante la visualización de estas imágenes se registró la conductancia eléctrica de la piel, el electrocardiograma, la actividad del músculo cigomático y el electroencefalograma. Al terminar el registro psicofisiológico los participantes volvieron a visualizar las imágenes mientras evaluaban sus sensaciones subjetivas (valencia, arousal y dominancia) utilizando el Self Assessment Manikin (SAM) (Bradley y Lang, 1994). Los resultados de este primer estudio mostraron una respuesta potenciada en todas las variables registradas durante la visualización de las caras queridas en comparación con el resto de categorías de caras. Con respecto a los potenciales evocados, se pudo observar una onda de mayor positividad ante las caras queridas, que comienza aproximadamente a los 200 ms después de la presentación de la imagen y se mantiene hasta casi la finalización del período de 1000 ms post-imagen.

      El segundo estudio presentado en este capítulo (Guerra et al., 2011) utilizó un paradigma muy similar en el que un grupo de mujeres visualizaron de forma pasiva caras familiares queridas (pareja y padre), desconocidas y caras de bebés. Este estudio fue especialmente diseñado con el fin de controlar el grado de familiaridad entre las diferentes categorías de caras. La fotografía del bebé se utilizó con el objetivo de controlar los efectos debidos a la sensación de placer provocado por la visualización de una fotografía agradable y para controlar los posibles efectos oddball (frecuencia estimular) y von Restorff (saliencia visual) en los potenciales evocados. Los resultados de este estudio confirmaron los encontrados por Vico y colaboradores (2010), siendo las caras queridas las que provocaron las mayores respuestas en conductancia eléctrica de la piel y actividad del músculo cigomático. En cuanto a la tasa cardíaca, en este estudio las caras queridas se diferenciaron de las desconocidas (mayor aceleración cardíaca) pero no de las de bebés. Con respecto a los potenciales evocados se volvió a encontrar una mayor amplitud en los componentes P300 y potencial positivo tardío (LPP) durante el visionado de caras familiares en comparación con las caras desconocidas y de bebés.

      En el tercer y último estudio incluido en este capítulo (Guerra et al, 2012), se utilizó el paradigma de la modulación del reflejo de sobresalto durante el visionado pasivo de caras familiares queridas (pareja, madre, padre y amigo/-a), desconocidas (imágenes seleccionadas del conjunto de caras queridas de otro participante) y desagradables (caras mutiladas provenientes del IAPS). Los resultados en conductancia eléctrica de la piel, actividad del músculo cigomático y tasa cardíaca replican los resultados obtenidos en los dos estudios anteriores. La conductancia eléctrica de la piel, como medida sensible al arousal, mostró mayor respuesta ante las caras queridas y las desagradables, diferenciándose ambas de las caras neutrales. En cuanto a los potenciales evocados se volvió a encontrar una mayor amplitud del componente P300 ante las caras queridas en comparación con el resto de categorías, y del LPP en comparación con las caras desconocidas.

      En resumen, los resultados de los tres estudios presentados en este capítulo evidencian que la visualización de caras de personas queridas provocan un patrón de cambios fisiológicos característico de un estado motivacional altamente positivo. Por otra parte, dichos efectos no pueden explicarse por una mayor familiaridad o un mayor nivel de arousal de las imágenes de caras de personas queridas.

      Capítulo 2 En este capítulo se presentan de forma detallada y en mayor profundidad los resultados del estudio 3 resumido en el capítulo previo. El objetivo principal de este estudio fue comprobar la posible modulación del reflejo de sobresalto durante la visualización de caras de personas queridas en comparación con caras de desconocidos y caras desagradables. Además, se pretendía replicar los resultados obtenidos en estudios anteriores y ampliarlos a la población masculina. El paradigma de sobresalto es uno de los más utilizados en investigación psicofisológica con el fin de estudiar la implicación de los sistemas defensivo y apetitivo en diferentes emociones. En este capítulo se propone la hipótesis del posible vínculo entre la inhibición del sistema motivación defensivo y los efectos beneficiosos sobre la salud que conlleva el acceso a relaciones afectivas satisfactorias.

      El resultado más llamativo de este estudio es una clara inhibición del reflejo de sobresalto ante las caras de personas queridas. Este efecto no se ha encontrado ante otro tipo de rostros emocionales positivos (expresiones faciales de felicidad), y sólo se encuentra ante imágenes afectivas altamente activantes (eróticas). Por otro lado, se realizaron análisis para comprobar posibles diferencias de género en la modulación de las respuestas psicofisiológicas. Cabe resaltar las diferencias que se encontraron entre hombres y mujeres en la actividad del músculo cigomático siendo las mujeres más reactivas que los hombres en esta variable. En cuanto al control de la familiaridad que se realizó entre las fotografías de los padres (alta familiaridad) y la de la pareja (baja familiaridad) cabe resaltar que fue la cara de la pareja la que estuvo asociada con las mayores respuestas en conductancia eléctrica de la piel y actividad del músculo cigomático.

      En conjunto, estos datos aportan evidencia acerca de la capacidad inhibidora de respuestas defensivas que poseen las caras familiares queridas, a la vez que señalan que tanto hombres como mujeres procesan de forma muy similar este tipo de estímulos.

      Capítulo 3 En este capítulo presentamos los resultados de potenciales evocados y localización de fuentes cerebrales obtenidos en el estudio 3 previamente descrito. Los potenciales evocados han mostrado ser un método muy útil a la hora de determinar el patrón temporal de diferentes fenómenos cognitivos y emocionales. La información aportada a través de la latencia y amplitud de determinados componentes de la onda de potenciales ha señalado la existencia de un procesamiento secuencial en el reconocimiento facial que en un primer momento se encarga del análisis estructural del objeto visual y en etapas posteriores de la identificación y clasificación del rostro. Los componentes tardíos de los potenciales evocados (P300 y LPP) presentan una mayor amplitud ante estímulos familiares y ante estímulos pictóricos con contenido emocional. Esta modulación se ha interpretado en la mayoría de los casos como un aumento de la atención asignada a estímulos relevantes. Un estudio dirigido por Bobes y colaboradores encontró modulación del componente P3a (de latencia inferior al P3b y localización frontal) entre caras familiares que diferían en su contenido en información social y emocional. Las caras familiares provocaron un aumento del P3a en comparación con caras familiares aprendidas en laboratorio. Estos resultados llevaron a los investigadores a postular la hipótesis de que el P3a era reflejo del acceso rápido y automático a la información social y emocional presente en los rostros familiares.

      Nuestros resultados encajan con la hipótesis planteada por Bobes y colaboradores, siendo las caras de personas queridas las que provocaron la mayor amplitud del P3a. A su vez, los análisis de fuentes sobre este componente mostraron que los generadores neurales de dicho componente se encontraban en áreas asociadas con el procesamiento de estímulos faciales familiares (corteza temporal inferior) y con el procesamiento de estímulos emocionales (cíngulo anterior y corteza orbito-frontal).

      Este estudio aporta información muy novedosa referente a la modulación de los potenciales evocados a través de caras familiares queridas y sobre la localización del componente P3a en áreas asociadas con el procesamiento de la familiaridad y de estímulos gratificantes.

      Capítulo 4 El estudio presentado en este capítulo utilizó tanto el paradigma de visualización pasiva de imágenes afectivas como el registro de la actividad hemodinámica cerebral durante la visualización de caras que diferían en familiaridad (familiares vs. desconocidas) y en valencia afectiva (caras agradables vs. desagradables). La manipulación de ambas variables dio lugar a cuatro categorías de caras: caras familiares queridas, caras familiares desagradables, caras desconocidas atractivas y caras desconocidas desagradables. El objetivo del estudio fue investigar la posible especificidad de los procesos emocionales asociados a la identidad a nivel periférico y central, y la posible modulación diferencial de la valencia afectiva (positiva y negativa) asociada tanto a la identidad como a características más perceptuales.

      Los datos en tasa cardíaca, conductancia eléctrica de la piel y actividad de los músculos cigomático y corrugador vuelven a equipararse con los encontrados en nuestros estudios anteriores. A pesar de que las caras desconocidas utilizadas en este estudio también contenían información emocional (a través de la apariencia física) volvieron a ser las caras familiares las que provocaron mayores niveles de activación subjetiva y mayor respuesta en conductancia eléctrica de la piel. En consonancia también con resultados previos, fueron las caras queridas las únicas en provocar una activación del músculo cigomático. Los resultados de resonancia magnética mostraron cómo las caras familiares en comparación con las desconocidas, activaron una serie de estructuras cerebrales encargadas de procesar la familiaridad visual (giro fusiforme), de recuperar el conocimiento acerca de la persona (precuneus, cingulado posterior, corteza frontal) y de tratar la información emocional (ínsula, operculum). Las caras familiares queridas en comparación con las caras desconocidas atractivas activaron, además de las áreas mencionadas previamente, la corteza orbito-frontal medial. Este área ha sido propuesta como una de las estructuras sensibles al valor hedónico de los estímulos, mostrando activación ante caras consideradas como altamente atractivas en estudios previos. Por lo tanto, la activación de la corteza orbito-frontal medial puede ser un reflejo de las emociones placenteras asociadas con las personas queridas.


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