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Resumen de Meteoperiodismo: producción periodística en el espacio de información meteoeorlógica en televisión

Francisco Javier Aguilar García

  • El programa de Información Meteorológica es tan antiguo como la propia televisión. En nuestro país comienza a emitirse el 28 de Octubre de 1956, dos días después de inaugurar Televisión Española. Los primeros presentadores, comenzando por Mariano Medina y posteriormente su hermano Fernando, Eugenio Martín Rubio, Pilar Sanjurjo, o Manuel Toharia, procedían del Instituto Nacional de Meteorología. En aquella primera televisión sin competencia, sólo aparecían profesionales especializados en cualquiera de las materias a tratar.

    Mucho ha cambiado el contexto audiovisual desde entonces. Hoy, nos situamos en un nuevo entorno informativo casi saturado. Cualquier persona con acceso a los principales medios de comunicación, puede obtener la información meteorológica a través de prensa, radio, televisión, teletexto e Internet.

    Vivimos un momento de transición análogo al que supuso la aparición de la radio y la televisión para la prensa. Cuando en los años 60, y tras una enorme pérdida de lectores, comenzó en Europa una reflexión y replanteamiento del periodismo escrito. Los periódicos, para ser competitivos y ofrecer un valor añadido y diferenciador ante sus nuevos competidores, tuvieron que transformarse. Ya no bastaba con informar, había que transcender la información y alcanzar el papel de explicadores e interpretadores de la realidad social.

    Hoy el periodismo televisivo en la era de Internet ha de realizar un giro semejante. Ante un nuevo medio capaz de informar de una forma más rápida, eficaz y personalizada, debe tratar de potenciar sus otras dos funciones primarias: la formación y el entretenimiento. Ofrecer en suma una información divulgativa, especializada y atractiva visualmente.

    Antes, el presentador del Tiempo era un científico encargado de elaborar su propio pronóstico, basándose en datos a los que sólo unos pocos especialistas tenían acceso o podían interpretar. Hoy cualquier persona puede disponer de prácticamente los mismos datos y herramientas que los profesionales. El acceso a la información ya no es una barrera. Podemos encontrarla en abundancia sobre cualquier tema. La cuestión deriva precisamente de ese exceso y el reto consistirá en poseer las capacidades para discriminar e interpretar el material y el criterio necesario para evaluarlo. De poco sirve que la tecnología permita acceder al conocimiento si nadie se ocupa de hacerlo comprensible.

    Frente a los primeros meteorólogos de la televisión cuya función principal era elaborar y transmitir predicciones propias, los actuales profesionales del Tiempo deben indagar en los datos para seleccionar las fuentes más fiables. Realizar un seguimiento diario y específico que permita contextualizar lo que ocurre y establecer comparaciones con otros momentos históricos. Para ello será imprescindible, una correcta documentación y atender a labores más propias de la Climatología que de la Meteorología. Y por último, absorber toda esa información, priorizarla en función de su relevancia para el espectador y comunicarla de una forma amena y eficaz.

    En definitiva, considerar el Tiempo una sección más dentro del propio informativo y aplicar a esta información criterios periodísticos. Atendiendo a su identidad propia e independiente, análoga a la información deportiva, económica o cultural, pero valiéndose de unas herramientas comunes, las del Periodismo Especializado.

    Un Periodismo Especializado, que podríamos enmarcar dentro del Periodismo Científico, pero con rasgos peculiares y diferenciadores debido a su cotidianeidad y enorme repercusión social. Hablamos de un Periodismo Especializado, por los conocimientos que requiere por parte del comunicador, pero dirigido a una audiencia de masas, pues a todos en mayor o menor medida nos afecta el tiempo atmosférico.

    Una disciplina a la para este trabajo y como propuesta para su posterior clasificación, denominaremos Meteoperiodismo.

    Este trabajo tiene su origen en una inquietud profesional: conocer todas las alternativas que ofrece actualmente la información meteorológica, para tratar de averiguar cuál es la estrategia comunicativa más acertada en el formato comúnmente conocido como El Tiempo. Por tanto, surge desde sus principios como una investigación aplicada, con el objetivo de conocer y mejorar la producción audiovisual de este espacio en la televisión actual en España.

    Ante el exceso de información (incluida la meteorológica) del que dispone la sociedad actual, consideramos que: Frente a una mera exposición de las previsiones, los espacios dedicados al Tiempo en televisión deben ofrecer un tratamiento periodístico de la información meteorológica, acorde con las exigencias estéticas y comunicativas que demanda el lenguaje audiovisual contemporáneo.

    Aceptar nuestra consideración inicial, supone la necesidad de incorporar estas prácticas periodísticas en la producción del Tiempo. Concretando las variables que nos permitan confirmar o refutar nuestra hipótesis, determinamos que el proceso de construcción del discurso que denominamos Meteoperiodismo, debe seguir las siguientes operaciones: - Observación: de los datos recogidos por las estaciones meteorológicas tales como litros por metro cuadrado acumulados, temperaturas máximas y mínimas, rachas máximas y dirección del viento¿Así como la información suministrada por las imágenes de satélite, radares de precipitación y detectores de rayos o datos basados en fuentes no oficiales como imágenes de aficionados o cámaras web.

    - Análisis: diagnosis del estado de la Atmósfera, a nivel global y local, interpretación de estos datos científicos y su relación con los principales meteoros que puedan afectar a la población a la que nos dirigimos o que ya lo hayan hecho, y otras que por cualquier cuestión puedan interesar a la audiencia.

    - Predicción: tras la consulta e interpretación de las fuentes pertinentes, elaborar una conclusión propia sobre el posible comportamiento del estado de los cielos, los vientos, las temperaturas, la mar¿ en las próximas horas, días o a medio y largo plazo.

    - Exposición: sopesar las posibilidades, mayor o menor relevancia de las informaciones y el diseño y estrategia comunicativa a utilizar. Decidir las herramientas infográficas, audiovisuales y el orden de las ideas que pretendemos transmitir.

    - Seguimiento: contextualización de los acontecimientos, detección de errores y corrección de los mismos.

    Este trabajo se suscribe al ámbito de las Ciencias Sociales, dentro de la rama concreta de las Ciencias de la Comunicación. Determinados por este marco académico y para analizar en profundidad todas las variables que intervienen en este discurso televisivo, estructuramos nuestra investigación en función de los diferentes eslabones del Modelo de Comunicación. Seguimos el siguiente índice: -Código: Meteorología y Climatología: existe amplia bibliografía sobre Meteorología y Climatología, que abarca desde los principios básicos e introductorios a los más complejos. Sin embargo, ante la inexistencia de manuales específicos dedicados a la información meteorológica, se impone como exigencia previa, la recopilación y adaptación de estos conceptos, principalmente del campo de la Física y la Geografía.

    -Emisor Primario: Fuentes de Información Meteorológica: en Internet dispones de una gran variedad de fuentes de información meteorológica. Desde Organismos Oficiales, autonómicos, nacionales o internacionales hasta webs de aficionados a la meteorología. Podemos observar el estado de la Atmósfera desde el Satélite Meteosat o los cielos de un lugar concreto gracias a una fotografía enviada por correo electrónico o una web-cam.

    -Emisor Secundario. Comunicador Meteorológico: pretendemos que esta sea una investigación aplicada, que nos permita encontrar la estrategia comunicativa más efectiva para el tratamiento de la información meteorológica en televisión. Para ello, debemos analizar previamente el trabajo de los actuales líderes en la materia. Actualmente los espacios del Tiempo más vistos en la televisión son los de Televisión Española, seguidos por Antena Tres y Telecinco. De modo que acotaremos nuestro objeto de investigación al trabajo de Mónica López, Roberto Brasero, y Mario Picazo.

    -Canal. La Televisión en España: el canal, en este caso la televisión, determina sin duda las características del mensaje, puesto que deberá atenerse a las tendencias actuales para captar la atención de los receptores y afrontar los retos que impone el contexto audiovisual contemporáneo. Planteamos trazar unas pautas históricas que nos permitan conocer la evolución y cambios producidos en consonancia a las diferentes etapas televisivas, Paleotelevisión, Neotelevisión e Hipertelevisión, y su desarrollo paralelo al de la Meteorología en España.

    -Mensaje. El Tiempo: el estudio del mensaje conlleva probablemente el apartado menos teórico de este trabajo: un análisis de contenido, que nos permita comparar los principales espacios meteorológicos de emisión nacional. Como instrumento para la recogida de datos utilizaremos fichas de observación, que diseñamos según el registro de las tareas planteadas en nuestra hipótesis como fundamentales del Meteoperiodismo -Receptor. La Audiencia: consideramos necesario acotar el estudio de los receptores en esta investigación y concretarlo en el análisis de los índices de audiencia, como la expresión más evidente y objetiva de las preferencias audiovisuales de la sociedad. Por otro lado, contamos con el Estudio sobre Percepción de la Meteorología, realizado por el CIS en Septiembre del 2011, que nos ha aportado datos sobre los intereses y motivaciones del público y su nivel de comprensión de los términos meteorológicos.


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