“La fortaleza habitada” es un estudio etnográfico, que analiza la actividad de mujeres autistas en Internet, observando las interacciones y formas de expresión en redes sociales de mujeres con trastornos comprendidos dentro del espectro autista.
Este estudio antropológico trata de recoger el testimonio de una cultura minoritaria, la de las mujeres con autismo, que desde hace varios años viene empleando Internet como una herramienta de emancipación.
La red presenta una serie de características formales que en gran medida pueden servir para “paliar” específicamente el “déficit” interactivo de las personas con autismo: principalmente, Internet permite la dilatación del tiempo de procesado de la información, lo que permite que la información contenida en los procesos comunicativos sea procesada con mayor facilidad por un autista, y por tanto que la comunicación sea más exitosa.
Pero sobre todo la red es usada por las autistas como un canal no cooptado por otras voces, donde pueden expresarse con autonomía, y donde pueden luchar contra los prejuicios sociales que su condición comporta, siendo usada esta plataforma para reelaborar una identidad estigmatizada, silenciada y estereotipada por la cultura hegemónica, la cultura que unos llamarían de los “normales” y que ellas llaman de los “neurotípicos”, contra la que se posicionan de manera crítica.
Así, tras realizar este estudio, descubrimos que la red no sólo permite que tenga lugar la paradoja de que unos seres presuntamente asociales (los autistas) se reúnan en el espacio de la red para demostrar su socialidad, sino que se observa cómo de manera activa en esta serie de plataformas las autistas luchan contra los estereotipos que comporta su condición, llevando a cabo una labor que podíamos denominar “activista”, en tanto que se posiciona en el espacio de lo político para reivindicar abiertamente su diferencia neurológica, señalándola como una diferencia posible y habitable.
Pero esta tésis no es sólo una tesis sobre etnografía. Es además, y al mismo tiempo, una tesis sobre filosofía de la acción.
El registro y análisis de la actividad en la red de estas mujeres autistas, sobre todo de sus estrategias de auto-presentación, de lucha contra la discriminación social y de gestión y adpatación de su peculiar condición neurológica al mundo que las rodea y a los otros, sirve para elaborar una nueva teoría acerca de lo que supone “actuar”, esto es, provocar transformaciones en el mundo como una expresión de la propia voluntad.
La actividad en la red de estas mujeres “neurodiversas” pone cuerpo a una manera de “actuar” que rebate las teorías hegemónicas de la acción, teorías que al dilucidar qué cuerpos deben ser considerados agentes y cuáles no, establecen una serie de premisas excluyentes que dejarían fuera de su definición, al menos en el plano teórico, a los cuerpos diversos, pero que en la práctica son cuestionadas por las acciones de estas mujeres autistas. A través del registro etnográfico, se llevará a cabo una propuesta filosófica que revise los supuestos de la filosofía de la acción y que proponga que las condiciones de racionalidad, lucidez y transparencia que se le exige a los agentes (según los modelos estándar) para ser considerados como tales excluyen, deslegitiman e invisibilizan lo que llamaremos “modelos de agencia neurodiversos”.
Esto es: estos requisitos desligitiman a modelos de agencia propios de agentes que operan bajo condiciones de opacidad o bajo condiciones neurológicas “no típicas”, aunque sean agentes que consiguen expresan una voluntad de transformar el mundo, y por tanto nos obligan a ampliar y redefinir el concepto mismo de “agencia” y de “acción”.
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