INTRODUCCIÓN: La elevada incidencia del ictus, la frecuente cronicidad de sus secuelas y el impacto económico de la discapacidad provocada por el mismo ponen de manifiesto la necesidad de desarrollar una fisioterapia neurológica comunitaria respondiendo a criterios económicos, sociales y de salud. Desde la fisioterapia, la valoración de la marcha tras el ictus se caracteriza por estar restringida al ámbito clínico, por la subjetividad y por la falta de fiabilidad. Los acelerómetros ofrecen la posibilidad de monitorizar el movimiento en la comunidad de un modo objetivo, preciso, fiable, de bajo coste y sin ofrecer restricciones mecánicas para la deambulación. A pesar de los beneficios de la acelerometría, muy pocos estudios la han empleado para analizar en detalle diferentes aspectos del comportamiento durante la marcha tras el ictus.
OBJETIVOS: Describir la recuperación de la marcha, en términos de cantidad, distribución y calidad de la misma a lo largo del primer año tras la lesión; analizar las correlaciones entre las variables de estudio y comparar los resultados obtenidos un año después del ictus con los del grupo control.
MATERIAL Y MÉTODO: Diseño: para responder al primer objetivo se empleó un diseño longitudinal de seguimiento de la cohorte durante un año, para responder al segundo, se realizó un estudio descriptivo correlacional y para el tercero, un estudio de asociación cruzada. Muestra: 23 pacientes con ictus, reclutados con muestreo no probabilístico de conveniencia, y 20 sujetos sanos. Intervención: Se realizaron mediciones con acelerometría en la 1ª, la 12ª y la 48ª semana tras el ictus (T1, T2 y T3, respectivamente) y en un único momento en el grupo de individuos sanos, en el entorno habitual de los sujetos durante ochos horas al día, desde las 10 de la mañana hasta las 6 de la tarde. Variables de estudio: las variables de cantidad eran el tiempo de marcha, en bipedestación, en sedestación, en decúbito y de sedentarismo; los parámetros de distribución estaban constituidos por la duración media, el número y el coeficiente de variación de los periodos de marcha y el exponente de sedentarismo, y las variables de calidad fueron la regularidad del paso, la regularidad del ciclo, el índice de simetría, el ratio de duración del paso y la velocidad de marcha.
RESULTADOS: El tiempo de marcha, de bipedestación, de sedentarismo y el número de periodos de marcha se incrementó de T1 a T2 (p<0,01) estabilizándose los últimos seis meses (p>0,58). El resto de variables de distribución no experimentaron cambios significativos a lo largo del año (p>0,30). La regularidad del ciclo longitudinal, el índice de simetría longitudinal y la velocidad de marcha mejoraron desde el momento inicial hasta el año tras la lesión (p<0,05). Se obtuvieron correlaciones moderadas-altas entre el tiempo en bipedestación y el número de periodos de marcha, entre tiempo de marcha y duración media de los periodos de marcha, entre el tiempo de marcha y la velocidad y entre la regularidad del paso y la velocidad de marcha. En T3, las variables de cantidad (a excepción del tiempo en decúbito y de sedentarismo) y las de distribución alcanzaron niveles similares a los del grupo control, mientras que la regularidad del paso y la velocidad de marcha mostraban diferencias significativas (p<0,02).
CONCLUSIONES: Las dimensiones de la marcha estudiadas en esta cohorte mostraron diferentes patrones de recuperación tras el ictus y alcanzaron niveles desiguales al compararlos con el grupo de individuos sanos de referencia. A través de la descripción de aspectos como la cantidad, distribución y calidad de la deambulación en personas con ictus, los fisioterapeutas podrán incrementar su conocimiento sobre la patología del paciente y ajustar de forma precisa e individualizada los objetivos, la dosificación y elección del tratamiento en el entorno habitual de los pacientes.
INTRODUCTION: The high incidence, chronic sequelae and economic impact of stroke highlights the need to develop a neurological physiotherapy in the community, according to financial, social and health purposes. Physical therapy gait assessment has commonly been performed in clinical standardized settings, with subjective tools. Accelerometers offers the possibility of monitoring human movement objectively in the community, with some advantages including the low-cost, high accuracy and reliability and their small size which enables subjects to walk relatively unrestricted. In spite of the benefits of accelerometry, only a few studies have comprehensively examined different aspects of walking behavior among stroke patients.
OBJECTIVES: The purpose of this study was to describe the course of different dimensions of walking behaviour, in terms of amount, distribution and quality, over a period of one year following stroke, using accelerometry; to explore the mutual relationships between main outcomes measures, and to compare the patient data one year after stroke with a healthy group.
METHODS: Design: related to the first objective, we performed a one-year follow-up cohort study, in relation with the second objective the design was a correlational study and, with regard to the third objective, we used a repeated-measures design. Participants: A total of 23 stroke patients, recruited with a non-probability convenience sampling, and 20 age-matched healthy subjects were included in the study. Intervention: Accelerometer assessments were made in the participants’ daily environment for 8 h/day during the 1st (T1), 12th (T2) and 48th (T3) weeks after stroke, and at one time-point in healthy subjects. Main outcomes measures: percentage of time walking, time upright, time sitting, time lying and sedentary time (amount aspect); mean duration and number of walking periods, walking coefficient of variation and sedentary exponent (distribution aspect), step and stride regularity, step and stride symmetry, step-time ratio and walking speed (quality aspect).
RESULTS: Time walking, time upright and number of walking bouts increased during T1 and T2 (p<0.01), and then levelled off (p>0.58). The rest of distribution variables showed no significant improvements (p>0.30) during all phases. Stride regularity longitudinal, gait symmetry longitudinal and gait speed increased significantly from T1 to T3. Moderate to high correlations were found between upright time and number of walking periods; walking time and mean duration of walking periods; walking time and gait speed and between step regularity and gait speed. At T3, amount and distribution variables (except for time lying and sedentary time) reached the level of the healthy group, but significant differences remained (p<0.02) in step regularity and gait speed.
CONCLUSIONS: In this cohort, different outcomes of walking behavior, represented by amount, distribution and quality parameters of gait, showed different patterns and levels of recovery during the first year post-stroke. Describing these aspects of walking may help physical therapists to understand stroke patients’ motor problems, to establish tailored therapeutic objectives and to choose the appropriate dose and treatment in patients’ natural environment.
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