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Resumen de Reflexiones sobre la interpelación de los con-textos y las prácticas del diseño: hacia un pensamiento del límite

Claudia Mosqueda Gómez

  • RESUMEN DE TESIS Reflexiones sobre la interpelación de los con-textos y las prácticas del diseño: hacia un pensamiento del límite.

    Una de las preguntas que siempre me ha atraído es la relación que mantienen las prácticas profesionales del diseño con el contexto social. Mi acercamiento al diseño ha sido desde la teoría sociológica, el arte, el diseño y principalmente la filosofía esto se debe a que en mí recorrido académico me he formado multi y transdiciplinariamente, y desde esas trincheras de conocimiento, desde ese no lugar o quizá desde mi propia constitución de nómada es que he teorizado al diseño.

    Tratar de responder a la pregunta: ¿Cuáles son las condiciones de los con-textos históricos que se interpelan con las prácticas profesionales del diseño gráfico que sirven de base para configurar un pensamiento del diseño del límite? Pero la pregunta que me planteo para desatar esta charla no tiene como propósito decir si hay una relación entre las prácticas del diseño con su contexto sociocultural, no se pretende responder algo que de por sí es obvio, no hay duda de que el diseño y su contexto se interpelan.

    Lo que verdaderamente importa en la formulación de esta pregunta es revelar cómo es que el diseño y contexto se interpelan. Entonces la pregunta no es si hay relación, la pregunta de fondo es cómo existe esta relación. Tres son las perspectivas desde las que quiero responder la misma pregunta cómo es la interpelación entre el contexto sociocultural y las prácticas del diseño.

    Se trata de poner en relieve la relación del diseño con sus contextos desde tres interesantes, fecundos y magníficos lugares comunes MODERNIDAD, POSMODERNIDAD Y s GLOBAL. Los tres momentos responde a la pregunta cómo es la interpelación entre el diseño y su contexto desde la perspectiva genealógica, por lo que hay que remontarnos a orígenes del diseño que permitan el desarrollo de estos tres acontecimientos originarios que recogen, conllevan el sentido determinado de la singularidad de cada acontecimiento histórico.

    La lectura y escritura de los tres momentos van más allá de una totalidad del proceso histórico cronológico que considero limitado, limitante y limitador del pensamiento del diseño, porque lo que se quiere es reflexionar a un diseño que vaya más allá de sí mismo desde sí mismo, que permita abrir la posibilidades de un nuevo tiempo histórico para el diseño desde su propia singularidad, reconociendo que el diseño se hace así mismo.

    De modo que lo que interesa revelar es la manifestación la interpelación en contextos históricos significativos del devenir del diseño gráfico en la Modernidad, Posmodernidad y Sociedad Global. Así las convergencias y divergencias son parte del proceso de la operatividad de la interpelación que conlleva a la reflexión de una práctica profesional y un pensamiento del diseño del límite.

    Es evidente que no se trata de una relación cronológica lineal, porque de otra manera no se podría argumentar que la interpelación de los con-textos sociales y del diseño es multilineal y compleja, porque no se trata sólo de pensar al diseño o la sociedad per se sino a través de una serie de relaciones de fuerzas que los vuelven interpelables.

    Desplegar la relación de los con-textos y las prácticas del diseño implica encontrar las fuerzas que permiten develar las fisuras para siempre actualizar la relación. Se trata de comprender las prácticas del diseño gráfico desde la interpretación de su permanente reflexión. Un instante perpetuo que no está acabado, cerrado o clausurado sino que es continuo y permanente porque nunca deja de haber relación entre lo social y el diseño. El instante del diseño sólo existe en la idea de lo permanente de la reflexión inacabada del pensamiento. Pero este es a la vez el pasado, el presente y el futuro vuelto instante porque su despliegue es un movimiento progresivo, un instante que no cesa de re-originarse, es el producto de toda reflexión.

    La propuesta de la presente investigación versa en proponer un pensamiento crítico del diseño gráfico que surja de la revelación del sentido posibilitada por la comprensión de la interpelación entre los con-textos y las prácticas del diseño gráfico en los contextos históricos: Modernidad, Posmodernidad y Sociedad Global. Esta investigación parte del supuesto que de acuerdo al modo en que aparezca la interpelación en cada con-texto se gestan las bases para edificar un pensamiento productivo del límite por medio del cual las prácticas profesionales del diseño susciten una reflexión permanente que aspire al pensamiento del límite.

    Esta investigación está pensada como un trabajo teórico de frontera que reúne y configura conceptos que dan sentido a la estructura epistemológica de la investigación. Se trata de construir un pensamiento original que pueda dar cuenta un presente a partir de conceptos radicantes, móviles y dinámicos que expresen la posible realidad de las prácticas del diseño. El planteamiento fenomenológico y epistemológico de este problema de investigación no es reductible a una sola noción teórica específica. La filosofía, sociología, hermenéutica-deconstrucción, la antropología, historia, arte o desde el diseño son referentes teóricos importantes a partir de los cuales se propone la configuración de conceptos ordenadores que atraviesen y radiquen por todos los resquicios, texturas, umbrales, planos y superficies de la estructura de la investigación. Se trata de una mirada teórica intersticial que vincule el pensamiento de diferentes saberes; de buscar aquellos recovecos y hendiduras en donde se hallan los conceptos que den la posibilidad de establecer relaciones complejas de pensamiento.

    Esta forma de asir las realidades de una práctica como lo es el diseño desencadena en la necesidad de preguntar sobre cómo definir la postura epistemológica y fenomenológica de un problema de investigación de esta naturaleza. La respuesta, aparentemente, simple de este planteamiento es considerar que está en el investigador edificar un pensamiento propio acorde con la posibilidad de dar cuenta de los modos en que se presenta la realidad. De esta manera Hermes, la figura metafórica que da cuenta de la trayectoria de la interpelación, se presenta de dos maneras en esta investigación como concepto (planteamiento epistemológico) y como estructura metodología (planteamiento metodológico).

    HERMES COMO CONCEPTO El planteamiento epistemológico y metodológico de esta investigación se construye con La interpelación como un concepto móvil y dinámico con el que se pueda armar, mover, poner, quitar o ensamblar las categorías (piezas móviles) de la comprensión de las prácticas del diseño.

    En esta investigación se propone construir definiciones para los conceptos de interpelación, con-textos y prácticas profesionales. Se trata de llevar a cabo la tarea de una construcción teórica singular mediante un trabajo de pensamiento teórico-reflexivo que exprese la comprensión del problema. La elaboración propia de conceptos no es nunca una tarea simple porque su edificación siempre acarrea problemas epistemológicos de cualquier envergadura. La interpelación de los contextos con las prácticas del diseño es el problema al que alude la construcción de los conceptos radicantes.

    La interpelación en tanto concepto radicante: Hermes siempre aparece de maneras disímbolas. Las condiciones contextuales en que acaece la Modernidad. Posmodernidad y Sociedad Global son un modo de acontecimiento, las prácticas profesionales son un modo de singularidad y la interpelación como modo de relación entre las condiciones contextuales y las prácticas del diseño son modos de relación.

    HERMES COMO ESTRUCTURA De este modo la estructura de la investigación es doble. Hermes se presenta como método estructurante.

    La aparición de Hermes como figura conceptual radicante se presenta como artefacto que conduce a la comprensión de la interpelación de los contextos epistémicos -como modo de acontecimiento- y a la interpelación en las prácticas profesionales del diseño -como modo de singularidad-. Hermes reconoce que la intención de interpelar es una sola en todos los con-.textos de manera que sabe que su recorrido por cada uno de estos no puede, de ninguna manera, ser igual. Porque las condiciones de las de uno y otro son naturalezas disímbolas, por ello es que su primer acercamiento en tanto método es decir cómo se presentan para luego interpretar con una mirada conceptual particular en cada una de ellas. El punto de inflexión por el que surge la Modernidad, Posmodernidad o Sociedad Global son todos diversos porque se asisten a cambios significativos de las estructuras sociales. De ahí que la interpelación de Hermes en cada uno de estos con-textos epistémicos y prácticas profesionales siempre se ponga en relieve las condiciones que caracterizan a las prácticas profesionales del diseño dentro de con-texto que les corresponda.

    Primero se recoge lo que se dice en los con-textos y las prácticas, luego se interrelacionan esos elementos y luego se releva el sentido. El límite surge como una salida productiva.

    La revelación del sentido de la interpelación. Y que este sentido revelado conlleva el de la propia investigación aquí ejercida. Cuando la comprensión termina el investigador sale preñado, este es el momento de la emergencia de los nuevos textos, o la revelación del sentido de la interpelación como fuerza productora de sentido.

    La tarea de la interpelación no se concluye únicamente con la puesta en relación de los con-textos y prácticas del diseño, la tarea termina cuando la comprensión de la interpelación se pliega a sí misma y hace aparecer una nueva forma de pensarse a sí misma. Emerge entonces el pensamiento del diseño del límite como fuerza incesante y productora que nutre de vida la posibilidad de reflexionar al diseño como un instante perpetuo, que aprenda de sí, por sí misma y para sí misma. Que se recree en cada uno de sus saberes categoriales y vaya siempre más allá de su práctica misma. En este capítulo Hermes se revela como interpelador allana el terreno en que se edifica una propuesta para la configuración de una práctica profesional del diseño del límite.

    Hermes abrió senderos nuevos, genuinos que fueron revelando, a su paso, todos aquellos elementos para revelar la interpelación entre con-textos y prácticas de diseño en la Modernidad. Posmodernidad y Sociedad Global. La puesta en relieve de la interpelación es el trazo en el camino que Hermes va allanando.

    Hermes en este sentido es un allanador del pensamiento, es el que forja la posibilidad de crear, no es sólo un conector de almas, sino un productor de ideas, del ser que encamina a la interpelación al límite, es la figura abstracta, objetiva, analógica, sinuosa que con su luz ilumina la singularidad de tres interpelaciones, que tienen en común la misma pregunta pero que su respuesta requirió de un viaje con distintas condiciones. No sólo por la diferencia de con-textos sino porque el propio Hermes era capaz de reconocer que había que mostrar algo más que una simple descripción de eventos históricos, había que iluminar la obscuridad con la luz del pensamiento reflexivo, había que hacer hablar al silencio con la palabra de la comprensión, había que comprender el malentendido con la interpretación siempre buscando minuciosamente, yendo y viniendo entre el contexto y las prácticas para revelar tres orígenes del diseño forjados desde su propia experiencia.

    Para hablar de la interpelación de los con-textos y las prácticas había que hacerlo de este modo, invocando la figura del heraldo mitológico y apropiándome de su digan figura es que mi voz salía y expresaba todo cuando pensaba y sentía. Así como Hermes aparecía de diversas maneras en la Ilíada o en la Odisea, como dador de vida, ladrón, aquí también aparece como el heraldo de mi pensamiento.

    De este modo mi vivir cotidiano con el diseño, mi sentir el acto mismo de crear algo y de pensar el diseño me conducen a expresar mi propia experiencia de vida invertida, gastada o consumida que sirve como insumo para el trabajo de investigación. Hay un sentido productivo en conocer y no ser (absolutamente) parte de la comunidad de diseñadores porque permite un distanciamiento reflexivo hacia este campo. Hay una postura compleja en mi mirada, porque en mis intentos por explicar al diseño asumo una mirada cambiante, irruptiva, renovadora: en fin caleidoscópica. Así, pienso desde esas múltiples miradas, leo y procuro escribir. La experiencia no es sólo cuanto se puede poseer de algún tema, es saber pensarlo, verbalizarlo, imaginarlo, ensoñarlo, sentirlo, vivir con él.

    No se trató de una mera descripción sino de hacer emerger la relación del diseño con sus contextos desde tres interesantes, fecundos y magníficos lugares comunes. Los tres momentos responde a la pregunta cómo es la interpelación entre el diseño y su contexto desde la perspectiva genealógica, por lo que hay que remontarnos a orígenes del diseño que permitan el desarrollo de estos tres acontecimientos originarios que recogen, conllevan el sentido determinado de la singularidad de cada acontecimiento histórico.

    La lectura y escritura de los tres momentos van más allá de una totalidad del proceso histórico cronológico que considero limitado, limitante y limitador del pensamiento del diseño, porque lo que se quiere es reflexionar a un diseño que vaya más allá de sí mismo desde sí mismo, que permita abrir la posibilidades de un nuevo tiempo histórico para el diseño desde su propia singularidad, reconociendo que el diseño se hace a sí mismo.

    Finalmente primero mostré lo que hay al interior del cruce entre las condiciones con-textuales y la singularidad de las prácticas profesionales del diseño gráfico. Estos cruces y sus respectivos efectos son el resultado de un efecto que deja claro que no se trata de una simple relación entre prácticas o con-textos, o de mirar a simple vista esa relación. De lo que se trató todo este tiempo fue de establecer relaciones interpelativas que nos decían el modo en que existe la relación. Evidentemente hay una relación entre contexto y práctica pero lo que me interesa en esta investigación es saber cómo existe esta relación en cada uno de estos contextos.

    La interpelación es que se dice de lo que se presenta tal y como se dice en forma de diálogo, la confrontación de los contextos y de las prácticas profesionales del diseño, que hasta antes de este momento, sólo se encontraban en una fase puramente descriptiva. La interpelación como modo de relación es una visión articuladora que integra los elementos discursivos. Esta etapa rebasa a la lectura inicial puesta en dos momentos porque se trata de asir el significado de lo significante.

    La segunda parte de este capítulo es la salida productiva, es una luz que lanzo al pensamiento del diseño para propiciar una reflexión que siempre se detone de los propios agentes sociales que forman parte de su práctica. De tal suerte que mostrar las categorías conceptuales que servirían de base para configurar un nuevo pensamiento de la práctica profesional del diseño emerge del pensamiento filosófico de Eugenio Trías.

    Hermes se revela más que nunca como ser interpelador, ahí revela el modo en que se condujo en los capítulos anteriores a la vez que revela cómo es la interpelación. Toda vez que Hermes ha transitado por los con-textos y prácticas del diseño y ha puesto en relación crítica sus apareceres deja abierta la emergencia de las condiciones en que emerge el pensamiento del límite.

    El pensamiento del límite en el diseño es una salida productiva a la reflexión permanente e incesante del diseño. El límite como una luz que se lanza siempre con la posibilidad de repensarse, de repensarnos, de construirnos en el instante, de hacer consciente todo cuanto habita en el instante, evocando, retrotrayendo la experiencia de la existencia a la que el ser mismo asiste. El pensamiento del límite del diseño es una posibilidad de reflexión que siempre permite revisar los adentros. Se trata de vivir el paso de una acción a otra como un instante de vida.

    Asumo que hay que ser capaz de comprender la nomenclatura del diseño detonando el sentido de su existencia con la intención de poder construir aproximaciones que promuevan su perpetua reflexión. El diseño tiene que recuperar el carácter humanizador, permanente y contextual del cual se engendró el sentido de su práctica profesional. Que el diseñador aspire abarcar todas las dimensiones de la vida, ¿todas las ramas del saber y todos los conocimientos prácticos que pueden adquirirse por todos los medios y contribuir a todas las formas de desarrollo de la personalidad. (Tünnermann; 1995: 4) Se trataría de innovar y transformar permanentemente el carácter profesional del diseño, de repensar el corazón mismo de la actividad proyectual. El trabajo de diseñador consiste en establecer relaciones de interpelación con los con-textos sociales, de las ideas comunes y de los modelos existentes y esto sólo puede hacerlo a través de la interpelación de los procesos sociales, culturales, formales, conceptuales y técnicos que sirven de marco a la producción de su obra. Esta última irrumpe con sus propuestas, todo el marco histórico al que contribuye a forjar y a transformar junto con ella. Que sea el diseñador el que aspire a un perfeccionamiento educativo como un proceso continuo a lo largo de la vida. En donde el agente-diseñador asuma las acciones educativas como procesos dinámicos y necesariamente flexibles en sus modalidades, estructuras, contenidos y métodos porque, de manera imprescindible, deben partir de contexto social específico, al servicio de grupos sociales determinados y para predeterminados fines del trabajo y ocio creativo.

    Es hacer consciente que el instante de vida que implica el pensamiento del límite, es el reflejo que queda toda vez que alguien se ha mirado al espejo, es la reflexión sobre una re-petición que tiene que iniciarse desde el principio. Se trata, en definitiva, de que el diseño se reflexione sobre su propio giro interno, en ese instante que contiene toda la experiencia de su existencia. Si mi pensamiento se encadenó al de Hermes, fue por un interés de abrir nuevas pistas de reflexión y de lectura para interrogar, interpelar constantemente la singularidad del diseño gráfico en su génesis y desarrollo sin reducirlo a un epígono de las estructuras sociales, pero tampoco para clausurarlo en su propia hipérbole o reificación, sino dimensionarlo en su riqueza y complejidad. Espero que este intento haya sido fructífero.


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