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Resumen de Trastornos motores y síntomas deficitarios en primeros episodios psicóticos no tratados con antipsicóticos

María Soledad Campos Burgui

  • En la era preneuroléptica, las alteraciones motoras se consideraban un signo nuclear en los trastornos psicóticos. Sin embargo, tras la introducción de los antipsicóticos (ATP) este tipo de alteraciones generalmente se valoraron como secundarias a la medicación.

    En 200 primeros episodios psicóticos no tratados (PEPNT) con ATP se examinaron los signos catatónicos, las manifestaciones extrapiramidales (signos parkinsonianos, discinesia y acatisia), los signos neurológicos menores (SNM) y el síndrome deficitario. A las cuatro semanas de iniciar el tratamiento con APT se reevaluaron estas alteraciones motoras y al año se evaluó el síndrome deficitario. Al inicio la prevalencia para al menos un signo y un síndrome motor fue 66% y 40 %, respectivamente. El 31 % de los pacientes presentaron al menos un signo catatónico y el 12 % cumplían criterios DSM-IV de síndrome catatónico, determinándose que la presencia de tres o más signos catatónicos tenían el mejor rendimiento diagnóstico. Un 30,2% tenía manifestaciones extrapiramidales siendo el 20,6% signos parkinsonianos, 6,5% acatisia y 12,2 % discinesia, y el 78 % tenían al menos un SNM. La prevalencia al año de síndrome deficitario en pacientes con diagnóstico de esquizofrenia fue del 19,6 %, Los signos motores al inicio se agruparon en 7 factores clínicamente interpetables: movimientos anormales involuntarios, hipocinesia, catatonía retardada, ecofenómenos, catatonía excitada, catalepsia y parkinsonismo. Estos factores tenían un perfil de asociaciones diferente y se detectó que el factor movimientos anormales involuntarios podía representar un marcador de severidad y disfunción del neurodesarrollo, y el factor hipocinesia podía representar el extremo motor final de la sintomatología negativa en la esquizofrenia. Además, tras 4 semanas de tratamiento ATP se halló que el factor parkinsonismo empeoraba, el factor catalepsia no cambiaba y el resto mejoraba. Respecto a los signos catatónicos, se determinaron 3 factores denominados hipercinesia, volitivo e hipocinesia. El número total de signos se asoció con la discinesia y con los síntomas de desorganización pero carecían de especifidad para el diagnóstico de esquizofrenia. Tras 4 semanas de tratamiento ATP se detectó que todas las características catatónicas mejoraban paralelamente a la mejoría de los signos psicóticos positivos. Se identificaron 5 factores en los SNM llamados secuenciación, signos de liberación, integración sensorial, movimientos anormales y coordinación. Estos 5 factores reflejaban la realidad clínica mejor que los 4 factores originales de la escala NES. Asimismo, existían diferencias fenomenológicas entre las manifestaciones motoras primarias vs. las secundarias a los ATP. Al año, los pacientes con déficit vs. no déficit se relacionaban con más alteraciones motoras.

    La disfunción motora primaria es un condición prevalente y heterogénea en los PEPNT. La presencia de al menos tres signos catatónicos del DSM-IV identificaba a los pacientes con síndrome catatónico lo cual se ha visto avalado en el DSM-5. La diferencia en la expresividad fenomenológica entre las alteraciones motoras y espontáneas y las relacionadas con fármacos puede tener relevancia clínica. El deterioro posmórbido, los síntomas deficitarios y las alteraciones neurológicas representan una tríada de manifestaciones que sugieren mayor severidad clínica y una base neurobiológica común.


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