Los mediadores en arte y su incidencia en la pintura contemporánea sevillana: 1975-1995
- Autores: Jesús Expósito Aragón
- Directores de la Tesis: Antonio Zambrana Lara (dir. tes.)
- Lectura: En la Universidad de Sevilla ( España ) en 2001
- Idioma: español
- Número de páginas: 394
- Tribunal Calificador de la Tesis: Rosa Garcerán Piqueras (presid.), Paco Lara-Barranco (secret.), Manuel Ruiz Ortega (voc.), Juan Manuel Calle González (voc.), Angel Rojas Martínez (voc.)
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- Tesis en acceso abierto en: Idus
- Resumen
Entre la relación del artista y el público en nuestra sociedad, tal u como ésta última está estructurada, existe la necesidad de un mediador. El mediador en arte, puede incidir a través de su actuación, en muchos factores determinantes. Son necesarios, tanto para los artistas como para la sociedad, y forman parte de la estructura sobre la que sobrevive el arte. Entre los hilos que mueven están los espacios expositivos, el dinero del mecenazgo, la promoción y venta del producto artístico, la influencia en el poder político, el acceso y el control de los medios de comunicación, la capacidad del reconocimiento e institucionalización de un artista y en gran medida su consagración. Pero ¿en qué proporción inciden los mediadores en el mundo del arte y la creación artística? ¿Hasta dónde su protagonismo en las diferentes tendencias artísticas? ¿Hasta dónde su influenca? Por otro lado ¿Qué es mediar? Dar dinero, financiar exposiciones, es un modo de mediación, dotar a una ciudad de espacios expositivos también es una forma de mediación y lo es celebrar un certamen y dar un cuantioso premio. Los mediadores actúan sobre los artistas determinando muchas veces lo que es arte y lo que no lo es. También aplican criterios de valoración, definiendo que es calidad y que no lo es. Muchos artistas, cuando han sido reconocidos, ejercen de mediadores sobre otros artistas que no están reconocidos. Todos los mediadores ya sean artistas o no supervisan, examina, valoran, critican, califica, descalifican, determinan, descubren, proyectan, ayudan, consagran, etc, etc. Dichos mediadores, según sus líneas de actuación, pueden favorece el cultivo del arte y hacer que una ciudad o un país alcancen un alto nivel cultural en este sentido. Ayudan a hacer evolucionar el arte y la creación estética, con el consiguiente beneficio que reporta a la sociedad en su proceso de evolución. Los mediadores, son imprescindibles para que un artista hoy por hoy pueda alcanzar lo máximo de su propio potencial. De este modo, una buena actuación mediadora, sería positiva y beneficiosa para la sociedad y para el artista. Pero hay que tener en cuenta, que una mala actuación mediadora puede destruir la carrera y el potencial de un artista y condicionar, obstruir y malograr a toda una generación de artistas, o conducir y hundir su producción a la inevitable mediocridad.
Mediar, quizá signifique algo más que dotar económicamente, conceder premios o establecer los niveles de calidad. Un buen mediador no tiene necesariamente que ser artista, ni los artistas tienen porque ser buenos mediadores. A su vez, la mediación como intervención en arte participa de un proceso intelectual en continuo desarrollo como es dicho arte, y desde este punto de vista exige de una preparación adecuada y de una rigurosa responsabilidad.
Pero la pregunta clave aquí es ¿Incide la mediación en arte en la producción artística? Y aún más específicamente, en el caso concreto de la pintura ¿Incide la mediación en la producción pictórica? Estas son unas preguntas que abren la hipótesis de que pueda ser que sí, pero ¿En qué grado? Por otro lado ¿Cómo se da o como se ha venido desarrollando esta función en Sevilla? ¿Cuáles son las características que contiene la actividad mediadora en esta ciudad? Esto y lo anterior es lo que vamos a intentar analizar.
Para ello y en primer lugar, hemos necesitado delimitar un periodo de tiempo que va desde el año 1975 al año 1995. Dichos límites se corresponden con unos acontecimientos claves en Sevilla, por un lado a partir de estas fechas se producen unos acontecimientos sociopolíticos de gran incidencia en la vida de la ciudad, y por otro lado, la actividad artística se ve envuelta en unos acontecimientos muy significativos y a la vez muy articulados con la actividad mediadora.
El análisis que se pretende realizar, es conveniente aclarar que no se efectúa desde el punto de vista de un mediador, ni desde el punto de vista del espectador o cualquier otro sector de la sociedad, sino desde el punto de vista del propio artista como sujeto creador. Ello puede indudablemente incidir en el análisis en la forma y el punto de vista con que se mira, ya que no es lo mismo verlo desde una posición como puede ser la del sujeto mediador o el público receptor, como verlo desde la posición de sujeto creador. Hay que considerar como importante esta observación, porque a pesar de la objetividad y rigurosidad con que se trate el tema, existe una implicación diferente encada caso y esto requiere un enfoque particular.
Para acceder a dicho enfoque y encontrar la posición adecuada referente al estudio, hemos querido recorrer cuatro etapas, a través de las cuales, establecemos la estructura de análisis y metodología a emplear en este caso, siguiendo con un análisis del fenómeno de la creación artística. Después de esta primera fase, nos adentramos en un examen de los elementos de componen la articulación mediadora, vistos de un modo general. Otra fase, la compone el estudio aproximativo de los estamentos que integran, o han venido integrando la actividad mediadora en Sevilla. Por último y como fase final, se intentarán deducir unas conclusiones.
En la primera parte, se establecen las premisas de las que partimos para abordar el tema, adoptando precisamente esta posición que puede ocupar el artista en el contexto sevillano, y en relación con sus mediadores. Desde estas premisas, se enfoca la situación con la que el sujeto creador se encuentra en su realidad social, y con los diferentes sectores implicados. A su vez, desde este enfoque, se intenta analizar y razonar la situación en la medida de lo posible dada su complejidad. La racionabilidad, se convierte así en un concepto y un procedimiento de investigación. Además, en esta primera parte, desarrollamos la metodología empleada y adecuada para estas circunstancias.
Dentro también de esta primera parte, añadimos un análisis de la evolución seguida por el arte desde mediados de los setenta, años que presentan unas tendencia en la pintura, que serán relevados en los ochenta en lo que se vino a llamar el movimiento posmoderno, una época de mucha actividad e iniciativas, con un grupo de jóvenes artistas que aspiran a una proyección y homologación internacional. Finalmente, el inicio de los noventa con la caída del mercado internacional y sevillano, el desencanto y el enfriamiento con el que se cierra el periodo que analizamos alrededor de 1995.
La segunda parte, aborda el núcleo principal que es precisamente el de la mediación. Son aquí analizados los tres sectores que participan de la actividad mediadora: los artistas, los propios mediadores y por último la sociedad como receptora. Los tres sectores están vistos en este apartado desde la generalidad, en un intento de analizar las características que presentan cada sector como grupo social, cada uno y por separado, son estudiados en su comportamiento y en función. También se atienden, las relaciones que establecen en común dichos sectores y sus interacciones.
En lo que corresponde a los artistas, se les concibe como un sector productor de arte, que reúne unas peculiaridades y particularidades frente a los otros dos sectores. Con la idea de aproximarnos a su realidad, hemos hecho en primer lugar un análisis de su historia como colectivo, y la función que ha venido cumpliendo en las distintas culturas. Otro apartado, lo constituye también la consideración y el Status que han tenido los artistas a través de los tiempos. Finalmente y para comprender la sensibilidad de este grupo, hemos recurrido a un análisis de la creación artística, de su origen y de sus fuentes, para ello, ha sido necesario hacer una síntesis de la historia de la Estética y de la Filosofía, e incluso de las aportaciones más recientes por parte de la psicología. La relación artista-mediador, es una relación difícil, en la armonización de los componentes espirituales y emotivos que proyecta el artista en su obra, y los intereses que pueden conllevar en relación con el arte una actividad política o comercial. Como hemos dicho anteriormente, los artistas son vistos de un modo genérico y en comparación con los otros sectores, sabido, es que cada individuo es diferente a los demás, pero es por lo que no lo tratamos individualmente, sino por lo que todos, como conjunto, pueden tener en común.
En segundo lugar, se analiza a la sociedad y al público del arte en general y del arte contemporáneo en particular. La sociedad vista como tal y vista también al mismo tiempo como público, son el elemento receptor de la obra plástica y constituyen un sector muy amplio y heterogéneo, pero de todas maneras, también se le puede analizar en la medida de sus posibilidades. Dicha sociedad ocupa el lugar opuesto en la actividad del mediador, al cual, lo situamos en el centro de ambos sectores; a pesar de que aquí lo tratemos en último lugar por otras razones. De igual modo que en el caso anterior, la examinamos de un modo genérico y panorámico, aunque podamos distinguir en ella subgrupos, sobre todo, cuando la analizamos como público. Nos acercaremos pues a este sector, concibiéndolo como una esfera abstracta, con características propias y una conducta fruto de la época que le toca vivir. Analizaremos también, la estructura social del sistema de vida occidental y el lugar que le toca al arte contemporáneo en su escala de valores. Además examinaremos su comportamiento con respecto al arte contemporáneo, tanto en su aspecto social como de público específico. Finalmente, nos aproximaremos al contexto sevillano, también como sociedad en general y como púbico específico de arte y pintura contemporánea. Ha sido necesario en ese apartado recurrir a la sociología del arte, una disciplina reciente y sobre la que no existe mucha bibliografía, siendo evidente que es una ciencia que necesita desarrollarse y a la que se le debe prestar más atención.
El tercer apartado de esta segunda parte lo ocupan los mediadores, un sector que actúa entre los dos anteriores y los articula. Aquí lo tratamos en tercer y último lugar de este bloque, por tratarse del sector protagonista de nuestra investigación, requiriendo por tanto mayor atención y profundidad. El mediador o intermediario como ya hemos visto, es el puente que une a los artistas y a su producto con la sociedad y el público. Una pieza fundamental en la sociedad contemporánea para la supervivencia del arte. Con respecto a su estudio, nos hemos aproximado en primer lugar a la figura del mediador, en sus vertientes unipersonales y pluri personales. Existen en nuestra sociedad, instituciones públicas y privadas que cumplen una importantísima función mediador, y a ella habremos de prestar especial atención. Intentaremos también, analizar las diversas funciones que los mediadores ejercen en la relación artista sociedad y los intereses que con respecto a uno y otro de los sectores implicados, puedan existir. Lo haremos también de un modo genérico en un principio, tratando a este sector al igual que los otros, como un �todo� orgánico, con sus características propias y con sus virtudes y sus defectos. Recurriremos para ello, a diversos enfoques de la función del intermediario, en la relación artista-sociedad. La sociología, la psicología y la antropología, son ciencias que ya han examinado esta cuestión tan lejana como próxima en el tiempo.
La tercera parte del proceso de investigación, la constituye la mediación del arte contemporáneo en Sevilla. Dentro de los límites cronológicos señalados, pero con una visión posterior a los acontecimientos vividos, intentaremos evaluar la función que han cumplido y que cumplen en la ciudad de Sevilla, el sector de los intermediarios. Muchos son los estamentos, que de una u otra forma, ejercen una labor mediadora. Al igual que en otras ciudades españolas y europeas, existe una jerarquía de la mediación, en correspondencia con las diversas capas de la sociedad. Unas son más prestigiosas que otras, y por supuesto, tienen más poder y capacidad de actuación tanto hacia los artistas como hacia la sociedad. Analizaremos pues, las distintas formas de mediación, que tienen una cierta repercusión y significación en el contexto de la ciudad, entre ellas las que se dedican a la enseñanza o la formación del artista y del arte, como son la Facultad de Bellas Artes o la Facultad de Geografía e Historia; luego analizaremos todos los mediadores relacionados con el comercio del arte como son las galerías, los críticos y el coleccionismos. También prestaremos atención, a las instituciones privadas existentes en Sevilla y que desarrollan una actividad relacionada con el arte contemporáneo, por último atenderemos a las diferentes instituciones públicas. Con todos estos estamentos, estableceremos una relación y un intercambio de ideas, ya sea con sus protagonistas directamente implicados, o con las personas que representan actualmente a la entidad u organismo. Recavaremos así, las opiniones existentes en torno a la mediación, las actividades que se han desarrollado y el sentido con que han sido concebidas; también la incidencia que puedan haber tenido las distintas instituciones mediadoras en la evolución y el cultivo del arte contemporáneo en Sevilla, intentaremos recavar además, la posición que ocupan el sector de los artistas en esta ciudad con respecto a sus mediadores, y ya por último, aproximarnos a la situación actual del arte contemporáneo, en el momento en que concluye cronológicamente el estudio.
La cuarta y última parte, estará dedicada a las conclusiones finales. Dichas conclusiones, serán fruto y extracto de las diferentes fases y resultado también del enfoque con que ha sido realizada la investigación. Si el análisis lo hubiese hecho un mediador, lógicamente la visión sería distinta, en este caso, es el punto de vista correspondiente al sector de los artistas y desde dicho sector se establecen los juicios correspondientes. Al menos así es el sentir interno de quién firma y se hace responsable del presente documento. No obstante, el deseo es fundamentalmente el de ser objetivo y establecer un equilibrio en la balanza de la relación entre el artista y el mediador en Sevilla.
