La Casa Grande de Segovia: de fábrica de paños a cuartel

• Autores: Diego Quirós Montero
• Directores de la Tesis: Fernando Puell de la Villa (dir. tes.), Juan Avilés Farré (dir. tes.)
• Lectura: En la UNED. Universidad Nacional de Educación a Distancia ( España ) en 2013
• Idioma: español
• Tribunal Calificador de la Tesis: José Miguel Merino de Cáceres (presid.), Florentina Vidal Galache (secret.), Josefina Martínez Álvarez (voc.), Alonso Zamora Canellada (voc.), Juan Miguel Teijeiro de la Rosa (voc.)
• Materias:
  • Historia
    • Historia por épocas
      • Historia contemporánea
• Enlaces
  • Tesis en acceso abierto en: e-spacio (pdf)
• Resumen

  • En esta tesis se ha pretendido demostrar que, en 1877 el Ayuntamiento de Segovia movilizó todos sus recursos para traer a la ciudad un regimiento de artillería, y alojarlo en las instalaciones de la que fuera la fábrica de paños más importante durante el siglo XVIII y primera mitad del XIX, conocida por "La Casa Grande". Sin embargo, esta actitud del Consistorio no debe enmarcarse exclusivamente en el campo económico, también habría que tener en cuenta factores como la tradición o el prestigio de contar con unidades de guarnición. Hay que remontarse a la segunda mitad del siglo XVIII para encontrar una explicación a esta medida. Cuando Carlos III accedió al trono español la organización de la Artillería dejaba mucho que desear. Fiel seguidor de las ideas preconizadas por la Ilustración, en 1762 optó por crear el Real Cuerpo de Artillería y establecer su Colegio en el Alcázar de Segovia, cuya apertura se llevó a cabo el 14 de mayo de 1764. A partir de esa fecha se han contabilizado en Segovia al menos once establecimientos donde estuvieron alojadas unidades de artillería. Con el fin de facilitar la permanencia de éstas en la ciudad, el Ayuntamiento colaboró activamente de una u otra forma arrendando o comprando propiedades privadas para destinarlas a cuarteles, financiando obras de rehabilitación y mantenimiento, o cediendo inmuebles y terrenos de su pertenencia. En este sentido, debe tenerse en cuenta que de todos los casos en los que actuó, fue en el cuartel de la Casa Grande donde el Consistorio intervino con mayor número de negociaciones, inversiones económicas y cesiones patrimoniales. La calamitosa situación social, cultural y económica que se vivía en Segovia al inicio de la Restauración borbónica, explica también en parte el motivo por el cual la Corporación creyó que la estancia en la ciudad de un regimiento de artillería mejoraría el escenario. Por esta y otras razones, en 1877 el Ayuntamiento comenzó por un lado a gestionar la venida del 7.º Regimiento Montado de Artillería desde Valladolid, y simultáneamente adquirir la Casa Grande, adaptarla para cuartel y mantener el inmueble a su costa. Paralelamente a estas actuaciones del Consistorio, las instalaciones estuvieron sometidas a múltiples transformaciones y ampliaciones, casi todas relacionadas con las diferentes necesidades que exigieron las alrededor de 20 entidades distintas que albergó. Sin embargo, ante la imposibilidad del Ayuntamiento de hacer frente a ciertas inversiones, en 1923 optó por ceder su propiedad al Ministerio de la Guerra. Después de innumerables vicisitudes, en 1999, gracias a un convenio con el Ministerio de Defensa, el recinto de la primitiva Casa Grande pasó de nuevo a pertenecer al municipio, que a su vez lo cedió en 2002 a la Universidad de Valladolid, Campus de Segovia (hoy María Zambrano), la cual procedió en 2006 al derribo de sus edificios para levantar otros de nueva planta. Desapareció así uno de los testigos más importantes de la tradicional estancia de los artilleros en Segovia, que no había sido tratado hasta la fecha. De este modo, se han enriquecido el acervo histórico de Segovia y el militar, y se ha dado a conocer el entorno que existió entre un establecimiento con pasado industrial y el actual universitario.