DURANTE LA MONARQUIA DE CARLOS II Y ANTE LOS GRAVES PROBLEMAS DENUNCIADOS POR LA LITERATURA ARBITRISTA Y LAS SOLUCIONES MAS EFICACES PARA RELANZAR LA ECONOMIA CASTELLANA SE ADOPTARAN UNA SERIE DE REFORMAS EN LA ADMINISTRACION Y RECAUDACION DE LAS RENTAS PROVINCIALES Y EN LA ORGANIZACION DEL CONSEJO DE HACIENDA QUE FACILITEN EL PROGRESIVO DESCENSO DEL GRAVAMEN FISCAL A FIN DE POTENCIAR EL CONSUMO Y LA INVERSION Y CON ELLO EL CRECIMIENTO DE LAS ACTIVIDADES PRODUCTIVAS EN LO QUE TAMBIEN INCIDIO DE MANERA DESTACADA LA REFORMA MONETARIA EMPRENDIDA EN LA DECADA DE LOS AÑOS OCHENTA. EL RESULTADO SERA UNA POLITICA FISCAL Y ECONOMICA COHERENTE QUE PRELUDIA LO QUE LUEGO SE CONOCERA CON EL REFORMISMO ILUSTRADO DE LOS BORBONES.
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